VI

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Todo le daba vueltas a Beomgyu, no podía poner un pie, sentía su cuerpo aguado y débil, sus piernas no respondían bien y su celular estaba sin batería.

Después de hablar con Kai decidió ir al bar, tomó hasta más no poder, tenía la necesidad de hacerlo, a pesar de que Kai ya no estaba enojado, Beomgyu aún se sentía mal, seguía sintiéndose solo, seguía sintiendo ese vacío en su interior, se seguía sintiendo débil y una carga, lo único que quería era olvidarse de las cosas y vaya que lo logró, el alcohol hizo que que sentidos se esfumaran, hizo que perdiera la capacidad de raciocinio, hizo que se viera como un estúpido, por fortuna ya no habían muchas personas en el bar y las pocas que quedaban estaban igual o peor que Beomgyu.

Intentó levantarse de la silla pero sus piernas flaquearon, no pudieron sostenerlo haciendo que su cuerpo cayera al suelo al instante. Se quejó a causa del dolor y llevó una mano a su tobillo, se le había doblado, sentía un dolor desgarrador, un dolor insoportable lo que hizo que no midiera sus palabras pues soltó un sin fin de groserías, con lentitud intentó levantarse, se sostuvo de la silla que estaba a lado de él, luego con otra mano agarró la mesa pero ésta se vino sobre su cuerpo y con ella las botellas de alcohol que estaban en ésta.

—¡Mierda! —gritó con fastidio mientras se intentaba limpiar.

Todos alrededor de Beomgyu comenzaron a murmurar pero ninguno se acercó a ayudar, y por una parte lo agradecía, ellos estaban igual o peor que Beomgyu así que juntos harían un peor escándalo.

Beomgyu miró a su alrededor y pudo notar a un hombre con un celular en mano, él estaba sobrio y no dejaba de verlo, Beomgyu no podía escuchar lo que decía pero estaba seguro de que se trataba de él. No le prestó atención, no valía la pena.

Volvió a intentar levantarse pero esta vez sintió un fuerte agarre en su brazo, abrió los ojos con confusión y volteó a ver quién era, no reconoció a la persona, nunca antes había visto su rostro y mucho menos sentido su tacto.

—¿Quién eres? —preguntó con confusión.

El hombre no respondió y con una mirada sería y tenebrosa agarró la cintura de Beomgyu para luego subirlo a su hombro. Beomgyu intentó alejarse pero le fue imposible, la fuerza de aquel hombre era mucho mayor.

Salieron del bar y tras retirarse tres cuadras el hombre tiró a Beomgyu a un suelo frío y apestoso, Beomgyu hizo una mueca y posterior a ello intentó ver bien a su alrededor, a lado de él estaba un contenedor de basura, nuevamente estaba solo y en un lugar nada cómodo pero si apestoso y frío, se hizo un ovillo, al parecer tenía que acostumbrarse a ese tipo de cosas, no le quedaba de otra, además tenía sueño.

•••
—¿Y Beomgyu? —preguntó Taehyun  al mesero del bar.

El mesero confundido arrugó el entrecejo, parecía no saber de lo que Taehyun estaba hablando, Taehyun se acercó a él y con rapidez agarró el cuello de su camisa.

—¡Beomgyu! ¿Dónde está?

El mesero agarró las manos de Taehyun y con mucha dificultad se zafó del agarre para hablar.

—No sé de qué me habla, no sé quién es Beomgyu.

Taehyun negó con desesperación, llevó sus manos a la cabeza y soltó un suspiro pesado, no podía ser posible que no lo supiera, anteriormente él ya le había hablado de Beomgyu, a él y a todos sus empleados.

—¡Idiota, bien sabes quién es! ¡Es el nuevo guitarrista! El chico que minutos atrás estaba tomando acá.

Sí, Taehyun tenía que admitir que mientras Beomgyu tomaba era observado por él, debía de estar pendiente de todo lo que hacía, no lo conocía a la perfección pero sabía que podía meterse en problemas en cualquier momento. No podía creer que se había ido a quien sabe dónde solo y borracho en tan poco tiempo, Taehyun solo había ido a orinar y al volver Beomgyu ya no estaba, eso era imposible, una persona así de borracha no podía caminar tanto.

Hedonismo Encadenado (Taegyu) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora