II - meeting you

80 13 3
                                    

Dias después.

Una luz tenue hizo que abriera los ojos. Estaba acostada en una habitación, y no una de hospital como le hubiera gustado. Su abdomen estaba cubierto por un vendaje que se veía puesto con cuidado y sus brazos dejaban ver rasguños y cicatrices que antes no tenía, sin embargo, ya habían cicatrizado.

Confundida y con un fuerte dolor de cabeza se levantó lentamente. La habitación era pequeña, con una cama, un escritorio y algunos libros polvorientos. Sin lugar a dudas, algo que inmediatamente le llamó la atención fue la antigüedad que las cosas tenían, puesto a que no parecían ser de los últimos años, si no, de unos 60 años en el pasado.

Decidida a salir de aquel lugar, bajó sus pies con cuidado y piso con el suelo de madera opaco y frío. Sus pies estaban algo adormecidos por culpa del prolongado descanso. Aún así, se logró levantar, dando pasos torpes hasta el marco de la puerta.

Al abrirla vio un pasillo pequeño con tres puertas más. No parecía ser un lugar grande. Caminó hasta llegar a una de las ventanas, por afuera solo se veía un bosque que, a pesar de ser de día, estaba oscuro por dentro. Inmediatamente reconoció el lugar con el bosque del que estaba rodeada en su pueblo, sin embargo, nunca había estado tan adentro en él.

Hasta que de repente y sin previo aviso, una voz empezó a retumbar por la paredes. Era suave, delicada y tranquila. Parecía estar cantando algo en inglés.

Yoohyeon se giró con lentitud, intentando de decifrar por donde venía la melodía. No fue muy complicado descubrirlo, principalmente por qué una puerta estaba entre abierta y dejaba ver una luz saliendo de ahí.

Curiosa por la melodía, empezó a caminar sin miedo alguno hasta llegar al marco, sin interrumpir ni tocar la puerta. No quería quedar como una intrometida.

—Se que estás aquí —dijo dulcemente la voz al terminar de cantar, luego, la puerta se abrió lentamente hasta su totalidad, dejando ver a Yoohyeon.

—No quería... —No pudo terminar la frase por culpa de la acción de la chica. Está estaba sentada en un sillón que dejaba ver solo su cabello. Al levantarse, su largo y delicado vestido se hizo visible, dejando a Yoohyeon totalmente atónita con solo observar la espalda y parte trasera del vestuario. No podía imaginar lo bonita que debía de ser aquella persona.

Se aclaró la garganta con incomodidad.

—No quería interrumpir... —retomó la frase con el poco valor que le quedaba—. Pero me gustaría saber que hago aquí y quien es usted.

—No es necesario tanta formalidad —respondió paseándose por la sala, sin mostrar el rostro—. Tuviste un accidente y como la ambulancia no llegaba... Decidí traerte a mi pequeña cabaña.

Yoohyeon dió algunos pasos para atrás cuando al fin despegó sus ojos de la figura humana. La habitación se veía espeluznante, tenía telarañas por doquier junto a librerías completas llenas de libros polvorientos. Las repisas estaban cubiertas por una capa fina de suciedad y algunos otros elementos que prefería no saber que eran.

Por su mente pasó la idea de irse, correr y huir hacia el bosque. ¿Por qué alguien que parecía estar viviendo en la antigüedad la había llevado a su casa? ¿Era alguna broma? ¿Dónde estaba su celular para pedir ayuda?

La chica dejó el libro que estaba leyendo con anterioridad y se giró de una vez. Yoohyeon inmediatamente la reconoció de la noche anterior, a pesar de que sus recuerdos fueran casi nulos, el rostro de aquella persona había quedado grabado en su memoria. Solo eso fue suficiente para quedarse quieta en su lugar, hipnotizada por la belleza que la pelinegra tenía.

La sensación de anoche regresó, pero está vez, no era molesta o ambigua, era placentera y cómoda.

—Dime, Yoohyeon, ¿Estás cansada?

‎ -‎ mrs. vampire | JiYoo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora