V - getting ready

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Yoohyeon abrió sus ojos con lentitud. Pudo reconocer estar acostada en la cama de Minji y su cuerpo debil. Sus manos no reaccionaban y su mente recién empezaba a analizar el lugar. Un alivio llegó al notar que estaba en un lugar familiar, sin embargo, se sintió en peligro al notar que la dueña de casa no estaba en ningún lugar.

Se levantó lo más rapido que su cuerpo le permitió, forzando sus músculos relajados a reaccionar. Caminó con pasó fuerte por la casa, preguntándose por qué había hecho tantas cosas para esa tal Minji sin conocerla en realidad. Ahora tenía todo más claro, su vida pasada por lo menos. Podía recordar escasas cosas de esta, aún que todos los momentos con Minji los sentía como si hubieran pasado el día de ayer, a pesar de tener cientos de años de diferencia.

Tambaleó un poco en círculos por el lugar, intentando de adaptarse al movimiento, mientras le buscaba alguna explicación a todo lo que Minji le dijo, a todo lo que ella creía, pero simplemente habían muchas incoherencias en la historia como para confiar del todo ¿Ella era la mala o la buena?

Pasaron los minutos hasta que al fin se percató de lo que había hecho. Minji se había enfadado, estaba enojada con ella y sus amigas estaban vulnerables en la habitación del lado. No quería que les pasará algo, sin embargo, no sabía que hasta que punto Minji podría llegar.

Desesperada empezó a caminar hacia su cuarto, con el paso más rápido posible hasta lograr abrir la puerta. Se llevó una gran sorpresa al entrar, ya que Minji ya estaba sentada a un lado de Siyeon, sonriendo con paciencia, como si ya esperara su llegada.

—Aléjate de ellas —ordenó inmediatamente desde la puerta, la cual se cerró bruscamente atrás suyo.

—Ellas no me interesan —corrigió acariciando el rostro de Siyeon—. Es muy hermosa, eh —halagó refiriéndose al rostro de la chica durmiendo.

—¡Dijiste que me podía ir! ¡Así que déjalas! —exclamó con ira.

—Shh... —La calló sin inmutarse por el grito—. Las despertarás.

—Es esa la idea. —Intentó de tomar un paso decidida, pero no pudo. Todo su cuerpo se detuvo, no podía moverse. Sabía que era obra de Minji, principalmente por la sonrisa que se formó en su rostro después que esto sucediera.

—¿No fuiste tu la que pusiste el somnífero? —cuestionó observándola sin levantarse—. ¿Quieres que las transforme o que las mate? —agregó despejando el cabello de Siyeon y así dejando al descubierto su cuello.

—¡Ni-...ninguna de las dos! —Lucho por intentar de moverse pero simplemente no podía. Su cuerpo no le pertenecía—. Deja que se vayan, mátame a mí, te doy toda la sangre que quieras, cualquier cosa, pero no les hagas daño.

—¿No fuiste tu la que las trajo? —Ignoró la petición de Yoohyeon—. Y deja de intentarlo, mientras yo quiera no te podrás mover.

Frunció el ceño en respuesta.

—Mira, Yoohyeon —se levantó con cuidado—. Mi casa siempre ha sido un lugar de paz... —explicó mientras ordenaba algunas cosas en el escritorio—. No permitiré que grites de esa manera y mucho menos tan insolente.

—Tu gritaste antes.

—Ya que me sacas de mis casillas. —Juntó sus manos—. Empezamos con el pie izquierdo, así que, buenos días, mi nombre es Kim Minji, ¿Y el tuyo?

—¿Esto es un chiste para ti? —La interrumpió molesta—. Ya te dije, ten mi sangre.

—No vale la pena —negó—. Tu eres una persona valiosa, ellas no.

—Si lo dices por lo de antes, mientes, Dongie nunca me traicionaría.

—¿Aún no me crees?

—Imposible hacerlo.

‎ -‎ mrs. vampire | JiYoo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora