III - is this love or fear?

78 10 2
                                    

A la mañana siguiente, Handong fue la primera en abrir un ojo. Observó la habitación con más atención que la noche anterior, ya que antes no la podía ver del todo bien. Definitivamente la antigüedad de las cosas daba un toque espeluznante.

Intentó localizar a Yoohyeon sin éxito alguno. Su cama estaba desarmada con algunas sabanas en el piso, parecía haber tenido una noche dificil.

Siyeon seguía durmiendo como tronco alado suyo, así que después de pensarlo algunos instantes decidió no despertarla e ir a buscar explicaciones a donde sea que se encontrará su amiga.

Salió caminando por el pasillo hasta escuchar una conversación a lo lejos. Tenía risitas de por medio, una voz que podía reconocer a kilómetros junto a otra totalmente nueva.

-Mis amigas llegaron anoche -mencionó Yoohyeon con una sonrisa-. Perdón por dejarlas pasar sin tú autorización... No podía abandonarlas en la oscuridad.

-Esta bien -respondió la mayor acariciando levemente su mejilla. Se encontraba arriba de los muslos de la peliazul-. Después de todo, está es tu casa también y tienes el derecho de invitar a quien quieras.

Handong tocó la puerta después de oír esos diálogos, no quería estar de metiche ahí adentro.

Se sorprendió mucho al ver con quién Yoohyeon estaba. Era una chica bastante bonita con piel pálida, sus ojos eran marrones aún que juró haberlos visto rojos por unos instantes.

-Hola... -saludó con timidez intentando de no hacer mas incomoda la situación, a pesar de que la posición en la que estaban no ayudará en nada-. Puedo hablar contigo, Yooh.

La susodicha frunció el ceño con claro enojo.

-¿Que no ves que estoy ocupada? -cuestionó girando levemente la cabeza. Handong se vio inmidada por la agresión con la que lo dijo.

Se armó de valor una vez más.

-Lo siento pero, aún no entiendo que haces aquí -explicó cruzándose de brazos-. Apenas Siyeon despierte nos largaremos.

-Aquí viviré de ahora en adelante -respondió viendo una vez más a su acompañante alado suyo. Amaba la belleza de Minji, definitivamente podía verla durante horas sin cansarse.

-¿Estás bromeando, ¿No? -Handong no sé lo creería. Yoohyeon nunca había abandonado su casa, aún que le dieran grandes ofertas para comprarla y demolerla, ya que después de todo, era lo único que le quedaba de sus padres.

Yoohyeon no respondió a la pregunta y se quedó analizando el rostro de Minji. Quería besarla como el día anterior, quería estar con ella hasta el último de sus días. Ya no le importaba dónde, solo no quería separarse de ella.

Handong frunció el ceño ante la indiferencia de su amiga. Está vez vio a la mujer desconocida, no le daba ni un poco de buena espina.

-Probablemente te tienen drogada aquí adentro. -Rodó los ojos saliendo-. Le diré a Siyeon y nos iremos. Suerte con tu nueva vida.

Dicho esto salió de la habitación hacía dónde había dormido inicialmente.

-Lo que digas... -Con poco interés siguió concentrada en lo suyo, hasta que las palabras de Handong de verdad le habían llegado a la cabeza-. Mierda.

Se removió en su lugar pidiendo a súplicas que Minji se apartará, pero está solo se afirmaba más a la chica. Tenía sus brazos abrazando el cuello de la menor y sus piernas pasando por ambos muslos.

-Vamos Minji, ¡Tengo que hablar con ellas! -A pesar de sus intentos la mayor no cedía.

-No quiero que te vayas...

‎ -‎ mrs. vampire | JiYoo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora