Capitulo 19 // ¿Juguetito?//

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Todo podría empezar con una equivocación, un simple accidente, o solo el hecho de que el mayor lo aprisionó contra la pared, mantener el contacto de sus cuerpos, las respiraciones comenzando a agitarse tanto como el escalofrios no solo presente  en su anatomía si no también en sus almas, la distancia  era nula, ambos deseando poder caer en el deseo carnal y besarse de una forma desenfrenada sin restricciones.

Pero esos orbes oscuro solo se limitaban a observar detalladamente el rostro ajeno perdido en las facciones que resaltaban en la obscuridad, mas aun los ojos acaramelados, claros, unos ojos tan dulces como misma miel que resaltaban ante la poca luz tenue que se colaba en la habitacion, habian perdido uso de la razón y consciencia como para saber en que momento se encontraban en la cama tan solo observándose, permitiéndose admirar de una forma tan descarada el rostro ajeno.

El espacio la atmosfera, todo les favorecía, sin embargo, aun no había más tacto que el de las manos del azabache aferradas a la cintura del mas pequeño, el silencio no llegaba a ser incomodó, para cuando el castaño estuvo cerca de romper el silencio, la figura masculina frente a él, le sorprendió paulatinamente ante aquellas palabras.

—¿Tengo... permiso?— Susurro casi en un tono lastimero como si por su mente solo pasara la idea de que el castaño le alejaría, aun así con cierto descaro se permitió intimidar esos ojos miel.

Y no fue solo eso, no solo fueron las palabras solamente, la cuestión que causo un revoloteo en Tae Hyung si no que no se movió ni un solo centímetro hasta que pudiese obtener una respuesta, y eso le conmovió, tanto que se limito a asentir y dejar un casto beso en sus labios. 

— No tienes de que preocuparte sere lo mas cuidadoso posible, se supone que hay alguien de quien debemos cuidar. — Afirmo pasando su mano sutilmente por el vientre del castaño que en respuesta a la sensibilidad que palpaba la atmosfera, soltó suaves suspiros mirándole desde abajo. 

— Aparte tengo un permiso de tu doctor. — Mencionó guiñandole el ojo obteniendo cómo respuesta un golpe en su pecho para ahora tan solo limitarse a besar aquellos suaves belfos con lentitud con cierta delicadeza que termino por volver loco al de piel acanelada,  cortando la distancia que había entre ambos cuerpos al rodear el cuello ajeno con sus brazos, esta vez permitiéndole al azabache colocarse entre sus piernas.

— Eres un idiota.— Murmuró  Tae Hyung en medio del beso haciendo soltar una pequeña risa al contrario, momento en el que sintieron sus respiraciones chocar al igual que sus dientes manteniendo los ojos cerrados y tan solo disfrutando de la compañía del otro, en un momento de silencio que fue imposible que fuera incomodo para alguno de los dos, no hasta el momento en que esa burbuja fue rota por un beso del mayor mas desesperado, ansioso, siendo todo un descarado.

Beso que rápidamente fue correspondido por la figura que se encontraba debajo suyo dejando caricias en su nuca mientras que  Jeon se encargaba de hacerlo suspirar entre aquel beso al tener contacto con su tibia piel terminando por quitar del plano aquella polera, que quedo sobre alguna parte de la habitación completamente olvidada por aquella personas que ahora tan solo se miraban agitados.

— Siempre e creido que tienes unos ojos realmente hermosos. — Murmuro el azabache permitiéndose perderse en los orbes ajenos, causando un sonrojo en la piel acanelada del contrario que lograba mezclarse con aquel rubor causado por el momento.

— Unos ojos que son capaces de atrapar a cualquier persona en ellos, tal vez que podrían ser el evento canónico de alguien, tal vez unos que podrían volverse mi lugar seguro donde quisiera perderme para escapar de esta realidad que seria una mierda si tu no estuvieras en ella.— Pronunciando aquellas palabras miraba al castaño quien sonrojado tan solo pudo sentir sus ojos cristalizarse actuando antes de que pudiese llorar.

𝐒𝐔 𝐒𝐈𝐌𝐏𝐋𝐄 𝐄𝐌𝐏𝐋𝐄𝐀𝐃𝐎|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora