Cap. 9: Tendrá que caer en una pierna

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El erizo azul se encontraba en lo que parecía ser una bodega, algo descuidada y sucia. Sus manos estaban amarradas a una cuerda que colgaba de la pared, por supuesto, el cuerpo del erizo se encontraba colgado y las puntas de sus pies apenas podían tocar el suelo.

No solo las cuerdas atadas en sus muñecas impedían su escapatoria, sino que la debilidad que tenía era lo que impedía irse. Había sido cruelmente golpeado por el chacal sin ninguna oportunidad de poder defenderse bajo los efectos del rubí fantasma.

Su cuerpo marcado de golpes y heridas que aún continuaban sangrando.

Su cabeza estaba agachada, ya comenzaba a sentir dolor en su nuca y espalda por la posición. Además, ya no lograba sentir sus brazos.

Escuchó la puerta abrirse, pero no se molestó en levantar la cabeza, permanecía agachada y solo escuchaba algunos pasos llegar hacia él hasta detenerse frente a él.

Miró unos botines negros, cuidados y pulidos a la perfección.



– Vaya, vaya. – decía finalmente aquella voz familiar para el erizo azul – Nunca creí que podría verte en este estado.



El erizo azul levantó la mirada poco a poco hasta encontrarse con aquel ornitorrinco que lo miraba de forma indiferente.



– ¿S-S-Star...line?... – llamaba con debilidad – P-por u-un tiempo... C-creí que... Estabas muerto...

– Hmp. – sonreía cínicamente – Habría muerto de haber pertenecido al otro bando.



El erizo azul frunció el ceño y apretaba sus dientes.



– Eres... Un... Maldito Traidor... – decía con enojo.

– ¿Sabes? Yo no me llamaría traidor. – reía ligeramente mientras caminaba alrededor del erizo – Podríamos decir que una clase de doble agente, tal vez. Mi lealtad siempre estuvo con Infinite. – en eso, se detuvo frente al erizo – Yo ya trabajaba para él desde antes de que tomaras el puesto de Charles. A quien puedes llamar traidor es al murcielaguito que cortejaba a tu preciosa hija.

– ¿Qué?...

– Así es. – reía ligeramente – Doron trabaja aquí para Infinite. Se arrodilló ante él sin dudarlo.

– Confíe... Plenamente en... Ustedes...

– Debiste escuchar a Shadow en su momento. ¿Recuerdas el día en que llegue a ofrecer mi trabajo? ¿Qué fue lo que dijo Shadow? Mmm... Dijo algo como "No debemos confiar en él". – sonreía – Pero es que siempre has sido tan confiado. – reía – Lástima que no pudo pensar lo mismo de Doron.

– ¡Son unos... Cobardes! – reclamaba el erizo azul tratando de liberarse con la poca energía que tenía – Me mantienen... Así... Atado... Es más fácil... Para ustedes...

– Hmp... Sonic. – negaba con la cabeza – Aunque estés liberado, no tendrías oportunidad contra Infinite. El rubí fantasma es lo más poderoso que hay.

– ¿Por qué...? – suspiraba con pesadez – ¿Por qué... Lo hizo?... Qué... ¿Qué es lo que tengo que ver?...

– Es simple. – levantaba un poco sus hombros para volver a bajarlos – Shadow fue cruelmente duro con Infinite a tal grado de marcarlo de por vida.

– Se está... Vengando... Conmigo...

– Trabajas en un ambiente en donde las parejas, familia y amigos son los que pagan los actos de los abusadores. ¿Eso te sorprende?

– Tengo... Tengo que salir... Mi hija... Está en peligro – apretaba los dientes volviendo a tratar de liberarse moviendo sus manos con desesperación – ¡Mi hija está en peligro!



El delirio de la oscuridad y el descenso del sol ~ 3era temporada, ShadonicDonde viven las historias. Descúbrelo ahora