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Oscar

La invitación del ojiverde me había sorprendido. Él ya me había dejado en claro que quería ser mi amigo y estaba feliz con eso pero en mi mente no se pasaba una imagen suya dando los primeros pasos para conocer a una persona en el campo de la amistad.
Veía más a George e incluso a mí. En definitiva no imaginé que lo sería Lando. Pero de todas formas acepté porque no sabía qué hacer, estaba aburrido, no había hablado con casi nadie e incluía a Lily.
Luego de la llamada ella sólo había respondido un corto - e inseguro - "está bien" para luego despedirse y colgar la llamada, había quedado sorprendido porque siempre era yo quien hacía eso porque ella no paraba de hablar una vez que lo hacía.
No me molestaba, en absoluto, estaba bien con poder saber lo que hacía en su día y saber cómo estaba pero también debía hacerle recordar que yo también debía hablar al menos y cuando veía que la conversación tomaría más de dos horas decidía que era tiempo de llegar hasta allí y continuar al siguiente día.
Se sentía diferente no hacer aquello y me daba cuenta de cómo iba afectandole de a poco el que yo estuviera viviendo en Inglaterra, y solo. Suponía que nada bueno pasaba por su cabeza por la forma en que ayer se había expresado.
Bloquee mis pensamientos cuando una notificación más llegó, era la ubicación del piso de Lando. Y allí lo recordé, ya había visto donde vivía, sólo debía decirme el piso y número de su puerta para poder encontrarlo.
Se lo dije por un audio de voz y él lo pasó sin decir nada más.
Antes de poder salir me había puesto un poco del bloqueador solar que estaba por acabarse, luego de mirar una vez más en el espejo pequeño que había en uno de los armarios decidí salir. Llevaba algo de dinero para ir a comprar unos ingredientes antes de poder ir en lo de Lando. No me permitiría llegar con las manos vacías.
La llamada de mi madre hizo que parara un momento mi caminar.

[ 📞 ]

-¿Madre? Hola ¿cómo estás?- pregunté y la sonrisa rápidamente apareció, mientras seguía caminando.

-Hijo, ha pasado un tiempo... estoy muy bien, ¿tú cómo estás?-

Su voz había calmado por completo todo en mí, no habíamos hablado durante dos días y me ponía feliz poder escucharla.

-Sólo han pasado dos días- dije y luego viré los ojos -pero estoy muy bien, me alegra que también lo estés-

-¿Estás por la calle? Escucho un poco de ruido y sé que no son de tus video juegos-

-Sí, voy al piso de mi nuevo amigo- dije con una sonrisa grande ya que no podía ocultarla -me invitó a comer pasta. Le pedí que me enseñara a cuidar plantas-

Oí como ella soltó una carcajada y frunci el ceño ante eso.

-Me parece bien. Me alegra que hagas amigos, no te cierres sólo a uno-

-Sabes que no hago eso-

-Sí, lo sé, lo sé y dime. ¿Cómo se llama?-

-Se llama Lando, Lando Norris-

-Me lo traes aquí cuando sean las vacaciones que serán pronto ¿ok?-

-Bien, lo llevo- respondí obediente.

Fue hasta allí donde su tono normal llegó, hasta que cuando volvió a hablar adoptó uno serio y la sonrisa
- mientras ingresaba al supermercado - se me borró lentamente al oírla.

Realmente me gustas | Landoscar [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora