Cap 6

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Eddie se sintió, por primera vez durante toda aquella reunión, como alguien relevante. Lamentablemente no era de la forma en que le habría gustado o hecho sentir realizado en su búsqueda por estar a la altura de todos los presentes. La drástica atención, lejos de ser una de admiración como la que recibía su esposo, lo hizo sentir como un blanco más en un campo de tiro.

— Eh… y-yo… — balbuceó, intentando sonar como si supiera que Home haría aquella revelación frente a todos los nobles. Intentó carraspear en un intento por aclararse la garganta para poder hablar, pero toda posible palabra se quedó en su garganta al percibir una mirada que sobresalía de entre todas las demás.

Los ojos de Frank estaban fijos en él, pero no logró identificar el sentimiento tras ellos. “¿Frank está enojado?”, se preguntó, haciendo el mayor de los esfuerzos para descifrarlo. Ninguno de los nobles parecía tener intención de reaccionar más allá de mostrar una expresión de desconcierto y decepción, haciéndolo sentir aún más intimidado que si alguno se hubiera lanzado sobre él. La paranoia del silencio lo hizo pensar incluso que estaban dándole la oportunidad de salvar su integridad física y mental.

En un impulso digno de una presa acorralada, Eddie observó la apacible actitud de Home completamente despreocupado, y se alejó de su toque como si el mismo lo quemara. Su pulso se aceleró y sin mirar de nuevo a su esposo, huyó de la habitación.

— ¡Eddie! — lo llamó su esposo, pero ni siquiera la orden de quien alguna vez había sido su dueño fue suficiente para detener sus largas zancadas. Su corazón al borde del infarto logró regularizarse, pero el miedo de haber cometido un verdadero error persistió en él.

“Esta decisión es completamente suya, Señor Dear. Sólo firme y todos podrán verlo como uno más de ellos”.

Aquellas malditas palabras habían bastado para convencerlo de firmar el contrato y estrechar la mano de quién terminó exponiéndolo frente a todos. Sin embargo, haber firmado aquel contrato lo hizo sentir bien. Más que bien: ¡poderoso incluso! Por primera vez en su vida había tomado una decisión de tal importancia por sí mismo, o eso fue lo que intentó repetirse en un intento por evitar aceptar su error. El impulso de creer que debía ser castigado comenzaba a abrumarlo. Él ya no era una mascota, pero tener aún esos impulsos arraigados en lo más profundo de su psique lo hacían sentir una gran impotencia.

Sus pasos se volvieron vacilantes, pero se mantuvo firme en su caminar. La distancia volviéndose mayor entre él y el salón principal lo hicieron sentir más tranquilo, pero la preocupación de las futuras consecuencias instaló una angustia amarga al centro de su pecho. Recorrió los amplios pasillos como un alma en pena, alejándose de los salones que los nobles solían frecuentar.

En su camino se encontró a un sinfín de sirvientes y empleados que hacían una pequeña reverencia hacia él, pero él sólo los ignoró y continuó caminando, cruzando por fin el gran jardín interior que dividía las zonas de oficinas y las habitaciones de la servidumbre. Ningún noble iba a esa zona por deseo propio, y saber aquello lo convenció de que era el mejor lugar para ocultarse de todos. Ahí, en aquel lugar en donde había tenido una habitación antes de ser comprado por Frank. Aquel lugar al que Howdy vulgarmente bautizó como las “perreras”, a sabiendas de lo ofensivo que aquello resultaría para Barnaby.

La tenue iluminación y el perfumado aroma a rosas en los pasillos hizo que Eddie se sintiera sobrecogido. A pesar de los años pasados, Eddie recordó esos momentos en los que no sabía qué pasaría con él; esos en los que el temor de jamás volver a ver la luz del día era el único sentimiento dentro de sí.

Se detuvo frente a la puerta de la habitación y posó su mano sobre el pomo, sintiendo un escalofrío recorrerle el cuerpo entero. Su mente lo llevó al instante a las incontables ocasiones en las que probó huír sin éxito alguno de aquel lugar. Su mano libre se guió hasta la parte descubierta de su rostro y se privó a sí mismo de la vista, tal como lo había estado con la máscara completa en aquellos días en los que la frialdad de una puerta cerrada y la oscuridad destruyeron su esperanza tantas veces.

Welcome Home Cry. [ Au WH]  💧🍎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora