Welcome Home Cry. [ Au WH] 💧🍎

CAP 1

En una nación en la que el estatus lo es todo; la gente, el dinero y el poder crean por sí solas las diferencias necesarias para establecer un orden y mantener un equilibrio desigual que funciona a la perfección.

Aquellos quienes lo tienen todo, se vuelven más codiciosos. Y quienes carecen de incluso lo más indispensable, pierden lo que jamás les perteneció. Los de arriba y los de abajo; siempre el mismo cuento.

Los nobles son aquellos que se regodean entre las riquezas que su conocimiento y el poder les da, el mismo que los convierte en los reyes de la nación. Ellos son quienes cargan con el peso del bien mayor y la responsabilidad de tareas que hacen posible que el equilibrio se mantenga como es deseado.

— Esta reunión me parece innecesaria — comentó Julie, acompañando sus palabras con una dulce sonrisa despreocupada. — Yo he hecho mi trabajo bien, ¿cuál es el problema?

— Si tu trabajo hubiera estado bien hecho, no habríamos tenido problemas con la carga de algodón — acusó Howdy, sonriendo de forma burlona en un claro intento por exasperar a Julie.

— Oh, por favor. Sólo fue un error comunicativo y me encargué de solucionarlo lo mejor que me fue posible — murmuró Julie, desestimando las palabras de Howdy. Su dulce expresión se tornó menos agradable. — Podría haberse evitado perfectamente si alguien hubiera hecho bien su trabajo...

El silencio se instaló en el salón tras tal acusación. La mirada de todos se posó en Eddie, demandando en silencio una respuesta para aclarar su error.

Eddie sintió la tensión en el ambiente. Sus labios se abrieron pero ninguna palabra emergió, temiendo poder ser multado. Y es que realmente no se podía permitir una excusa para tal error. Su trabajo, el cual era de suma importancia, también era simple y sencillo. Que fuera así sólo hacía más evidente su incompetencia a ojos de los demás.

El delicado peso de una suave mano se posó sobre la de Eddie, cuya tensión logró aligerarse cuando Frank lo miró con serenidad. La tranquilidad volvió a él casi al instante.

— Ha sido un error minúsculo. La carga llegó a su destino y Julie hizo un estupendo trabajo para lograrlo. Les aseguro que este ha sido el último error cometido por parte de mensajería. No volverá a pasar — sentenció Frank con tranquilidad y de forma tajante.

— Eso espero, Frank. Ya bastante tedioso es importar todos los recursos del norte como para también tener que hacer el trabajo de tu… esposo — recriminó Julie, sin intención alguna de ocultar su descontento.

Frank rodó los ojos y suspiró profundamente.

— No estamos aquí para discutir sobre nuestras responsabilidades y errores —. Miró a Eddie un instante y le dedicó una cálida sonrisa antes de dirigirse a todos los presentes. — Estamos aquí porque tenemos una visita de suma importancia.

Un solo movimiento de su mano fue suficiente para indicar a los sirvientes que abrieran las puertas del salón. La emoción de todos los presentes fue difícil de contener, dibujando una amplia sonrisa en sus rostros.

En el salón resonaron los pasos lentos y firmes de una alta figura bien vestida, cuya identidad no era desconocida para ninguno de los nobles presentes.

— Buen día, damas y caballeros — saludó la alta figura, deteniéndose frente a la vista de todos, a quienes ofreció una pequeña reverencia. — Gracias por obsequiarme un poco de su valioso tiempo.

— ¡Home! ¡El placer es nuestro, por supuesto! Hace tiempo que no escuchaba de ti — exclamó Barnaby con sumo interés. — ¿Acaso te perdiste en el nuevo mundo? — preguntó con una risa bonachona que resonó por lo bajo.