Welcome Home Cry. [ Au WH] 💧🍎

Cap 5

Eddie permaneció en silencio, pensando en las palabras de Sally. Era increíble que no quisiera comprar a la mascota, incluso cuando Sally había mostrado un notorio rechazo y nulo interés desde el primer momento en que lo vio.

Probablemente a Sally no le importaba la mascota de la misma forma que a los otros nobles. Aquel pensamiento llevó a Eddie a preguntarse si él realmente quería comprar a la mascota. Su aspecto le resultaba atractivo, no tenía duda alguna de eso. Era una criatura linda y definitivamente era costosa, ¿pero qué haría si lograba tenerla?

Eddie alguna vez fue una mascota y la situación era por demás extraña. ¿Una mascota dueña de otra mascota? Sin embargo, no podía culparse por querer ser dueño de una. Después de todo estaba intentando ser visto como un igual por los demás nobles; alguien sin corazón o empatía por los menos afortunados. Comprar su propia mascota podría impresionar a los demás, ¿no es así?

“Tengo mis motivos para creer que eres diferente”

La voz de Sally resonó en su mente, trayendo consigo el recordatorio de que él era diferente. Eddie no era como cualquier otro noble. Él era inferior, lo sabía y siempre habría alguien encargado de recordárselo…

Guió una última vez la mirada en dirección a Frank, quien seguía lo suficientemente distraído en su conversación como para percatarse de su decisión de abandonar el salón principal al igual que la negociación.

Se alejó del salón un par de metros por el amplio pasillo y consultó la hora en su reloj de bolsillo, notando que era más temprano de lo que habría esperado. Pensó en salir a caminar y aclarar su mente en soledad, incluso en distraerse con su trabajo; cualquier cosa que lo hiciera evitar pensar sobre sí mismo y lo que había sido su destino.

— Escabullirse a escondidas es algo descortés, ¿no le parece? — cuestionó Home, sacando al pelirrojo de sus pensamientos al verlo de pie frente a él.

— ¿Eh? — musitó Eddie con desconcierto. La impresión de estar frente a la sonriente presencia de Home sin haberlo notado lo hizo sentir desorientado. Estaba tan sumergido en sus pensamientos que ni siquiera lo había escuchado. Se aclaró la garganta y respondió: — Lo lamento pero he cambiado de opinión. He decidido que no compraré la mascota.

La expresión sonriente de Home se esfumó. Alzó una ceja y miró a Eddie con un aire de confusión.

—¿Qué sucede? ¿Acaso no cumple con sus expectativas? — preguntó, sin dar tiempo alguno a responder. — Tengo más opciones si es que busca algo distinto — insistió Home, a lo que Eddie negó con la cabeza. — No entiendo. Parecía tener mucho interés en comprarlo, ¿qué ha cambiado?

Eddie suspiró largamente, deseando no tener que involucrarse en esa conversación sobre el destino de otra mascota. Se encogió de hombros vagamente y respondió:

— He perdido el interés y prefiero no interferir en las propuestas de los demás — reveló con tranquilidad, lo que pareció frustrar notablemente a Home.

— Usted está por delante de los demás como para cambiar de opinión, Señor… ¿Frankly? — aventuró Home, cuya expresión parecía ocultar algo que logró tensar al pelirrojo.

— Dear. Mi apellido es Dear, no Frankly — corrigió Eddie de forma tajante, alzando ligeramente la barbilla. Hacer saber a los demás que era más que una propiedad era vital para darse a respetar frente a quien sea.