Epílogo

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Epílogo: Mi todo









Aparece en escena una pared llena de fotos enmarcadas de dos bebés.

También varias fotos de boda y citas por lo largo de la otra pared.

En la cocina se escuchan risas de niños pequeños y risas de dos hombres adultos, eran Checo y Max desayunando con sus hijos.

Se habían casado en febrero de 2024, actualmente tienen 5 años de casados.

Hace 4 años habían recurrido a la adopción para darle un hogar lleno de amor y seguridad a una bebé de 2 años, su pequeña Luz ahora contaba con 6 años de vida, era una niña pelinegra  rizada,de ojos verdes,pecas y piel clara.

Hace más de 2 años le dieron la bienvenida a Leonardo, un bebé que a los meses de nacido fue cruelmente abandonado en un callejón de las calles de Vancouver, un niño de cabello rubio, ojos color miel y tez blanca. Cumplió 3 años la semana pasada y por supuesto que lo celebraron en grande,por sus hijos harían todo.

Ahora eran una pequeña feliz familia de 4 integrantes.

— Papá,quiero otra fresa — Luz señaló con su pequeña mano la fruta.

Max asintió y con el tenedor tomó tres fresas dejándolas en el plato de princesas junto a los waffles.

— Te gusta tu avena con moras, Leo? — Checo estaba dándole de comer a su hijo que estaba sentado en la silla para bebés.

Leonardo asintió aplaudiendo levemente a recibir otra cucharadita de su avena — Sip, quiero más.

— Niños,recuerden que debemos salir temprano por la competencia de Luz.

— ¡Vamos Lu! — Leonardo alzó las manitas justo como le había enseñado su padre Checo en español.

— En la carrera le diremos eso para apoyarla,mi amor — el rubio sonrió dando una caricia en la pequeña mejilla rechoncha de su hijo.

— Ya quiero estrenar mi nuevo casco — Luz aplaudió contenta mientras se movía en la silla.

— Te gustan mucho las fresas que hasta en el casco las pusiste — el pecoso le sonrió revolviéndole el cabello.

— Sip, se va a ver muy bonito.

Siguen hablando pero ahora del nuevo capítulo de la caricatura que a ambos niños les gustaba.

Se acercaba la hora de irse y todos fueron a cambiarse y a lavarse los dientes para posteriormente subirse al auto y subir lo necesario para conducir hacia el kartódromo




Se acercaba la hora de irse y todos fueron a cambiarse y a lavarse los dientes para posteriormente subirse al auto y subir lo necesario para conducir hacia el kartódromo

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Checo y Luz estaban en los vestidores, le hizo dos trenzas en su largo cabello y le ayudó a colocarse el traje.

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