Los Protagonistas han logrado su final feliz, Pero la sombra de los villanos de su historia no los ha dejado. Sus decisiones los han llevado a una situación de destrucción a su propio reino, Entonces su hijo quiere solucionar este problema. Viajando...
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El trabajo que estaba llevando Arles era muy complicado, desde poner todos los documentos de matrimonio en orden a todos los papeles de los cuales se encargaría la nueva señora del palacio, pero ya casi terminaba de formar todo. Pensaba en que todo fue increíble, no quiso creerlo para nada en un principio pero cuando vio el parecido y el tatuaje de la serpiente, no había duda de que ese era su joven maestro, estaba dispuesto a cuidarlo.
Aún no despertaba pero su trabajo lo hacía muy contento, planearia todo el horario del joven maestro y todo estaría listo en menos tiempo porque triplicaria su rapidez
- Te ves muy contento ― habló Eros, sacandolo de sus pensamientos ―no siempre puedo ver tu simpático rostro sonriente cuando trabajas conmigo -dijo fríamente
- Siempre ha tratado con mi mejor versión para el trabajo su alteza
- Tu cara no es la misma desde que el niño entró al palacio y la serp.....- El príncipe se detuvo al hablar, ahora no podia expresarse normalmente con ellos
- Su alteza - lo miro enojado - Es su hijo, como puede hablar de esa forma.
El príncipe suspiró, ahora resultaba que podían incluso enojarse con el, eso no le había ocurrido hace mucho tiempo.
Alguien llamo a la puerta, Arles fue a ver quien era, cuando la vio entonces hizo una reverencia.
- Mi señora por favor pase -dijo Arles
La princesa pasó vestida con un vestido rojo que a simple vista se podía decir que era muy costoso, con varias joyas que hacían resaltar su belleza, su cabello iba suelto, el collar era un rubí precioso, la hacía ver muy hermosa a ojos de cualquier hombre.
- ¿Que haces aquí? -pregunto El príncipe no contento con su visita, también vio los detalles - Al parecer te han recibido muy bien en este palacio.
- si, Agradezco a su alteza por el regalo que me dio -dijo Roxa sin expresion alguna
El príncipe miró a Arles quien volteo la cabeza inmediatamente
- Yo no te regale nada -dijo sin interés y siguió revisando algunos papeles
Arles intentaba reclamarle al príncipe por ser tan frío con la princesa pero este simplemente lo ignoraba.
- Venía a hablar con usted - dijo Roxa -Usted prometió escucharme
seguía usando honorificos y eso confundía a Arles, no era prohibido pero era extraño. El príncipe la miró sin expresion
- Déjanos solos - ordeno
- si su alteza -salio del despacho.
El príncipe se levantó de su asiento y se dirigió hacia Roxa, acercándose como tratando de sembrar miedo a la mujer que estaba frente a él.
- Dime lo que tengas de decir y después vete
Roxa estaba un poco nerviosa, pero pensó en lo que había visto en Enoc, no podía dejarlo solo. Tenía que mantenerse cerca aunque fuera estar con Él príncipe más cruel del reino Reselt.
