Prólogo

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                    -Sobreviviente- 

Pov's Jason Grace;...

 -Eres uno de los mocosos del campamento Júpiter, ¿Verdad?

 -Soy Jason Grace- contesté-. Antiguo Pretor de la Duodécima Legión. Hijo de Júpiter. Vástago de Roma. Pero soy de los dos campamentos.- Dije con firmeza mientras sostenía a Gladius.

 -Me vale- dijo el emperador-. Te haré responsable de la traición que ha cometido el campamento Júpiter esta noche. ¡Inciatus!
 
 Vi como Calígula tomaba una lanza dorada del suelo y se subía a su corcel corriendo hacía la sima y cruzándola de un salto, rápidamente di un salto para evitar ser aplastado.

 Sentía todo mi cuerpo débil y estaba demasiado cansado por la tormenta y rayos que había provocado hace unos minutos atrás. Pero aún así me concentré en esquivar y bloquear los ataques de Calígula, pero eso no me impidió escuchar un grito grutural que provenía de Piper, al segundo grito di una breve mirada hacia a Piper y noté que tenía la mandíbula torcida y el labio inferior roto junto a un hilo de sangre. 

 Apenas llegué a bloquear otro ataque de Calígula cuando exclamé -¡Lárguense de aquí! ¡Váyanse!

 Sentí como una flecha se incrustaba en mi muslo izquierdo en aquel preciso momento y solté un gruñido dando un traspié por el dolor. Escuché a Piper gritar nuevamente y volteé mi rostro hacía Calígula que estaba por atacarme por lo que rodé por el piso e invoque a Tempestad para montar sobre el y cargué contra Calígula en una justa de espada y lanza. Pero en medio de mi cabalgata otra flecha me alcanzo y se clavo en mi brazo.

 -¡Te he dicho que esto no es juego!- chilló el emperador-. ¡No escaparas con vida!

 Hubo otra explosión que partió la sala aún más, Calígula y yo seguíamos luchando aunque no hubiera suficiente espacio para eso y yo tuviera flechas en mi muslo y brazo. Necesitaba que Lester y Piper salieran de ahí en aquel momento y solo había una solución para ello. Calígula tenía razón en eso, yo no saldría de aquí con vida pero ellos si lo harían.

 Cuando Calígula y yo estábamos dando vueltas alrededor del lugar proporcionándonos golpes Inciatus, el corcel de Calígula, le dió una patada a tempestad que le respondió con un estallidos de electricidad que hirieron los flancos blancos de Inciatus.

 Necesitaba que Lester entendiera mi plan por lo que cuando pase junto a el emperador, Calígula, dándole la espalda le expresé mi plan a Lester que por la mirada que me dió supe que sabía lo que debía hacer.

 -¡¡Márchate!!- le exigí otra vez-. ¡No te olvides!.-Sostuve su mirada otra fracción de segundo repitiendo mis palabras «No te olvides» «No te olvi-...»

 Sentí como la lanza de Calígula me atravesaba desde atrás, y un gran dolor invadirme. Sentí como la sangre se resbala por mi espalda y mi pecho. Caí hacía delante abrazando a Tempestad.

 -Sácalos de aquí... Tristán Mclean- Le murmure a Tempestad antes de caer definitivamente de el. Sabía que Calígula había tenido razón en que no escaparía, pero también que ellos saldrían de aquí con vida. Esperaba que se fueran y que él no olvidará lo que significa ser un semidiós como yo que había olvidado quien era. 

 Thalía, Nico, Piper, Leo, Percy, Annabeth, Hazel, Frank, Lupa... Todos ellos pasaron por mi mente, los estaba dejando a todos atrás. Thalía me perdería por segunda vez y esta vez sería real, dejaría a Nico solo, Leo nunca volvería a verme, Piper me olvidaría y Percy sentiría que mi muerte fue su culpa, aunque no lo es, dejaría a todos atrás.... Lo último escuché fue el grito de Piper antes de dejar de sentir, y supe que había llegado mi momento. Había muerto, y finalmente podría decir que sentí paz. 

  Había dejado de sentir mi cuerpo, de escuchar mi mente, de forzar a mi corazón latir y había dejado libre al aire que había estado guardado. Era libre... O eso había creí...

  -Aún no es tú hora, mi campeón- escuché la voz de Juno susurrar cerca mío-. Es hora que conozcas lo quien eres Jason Grace, hijo de Júpiter, vástago de Roma. Próximo cónsul de semidioses,  centurión de la Quinta Cohorte y Pretor de la Primera Legión, asesino del monstruo marino de Troya, derrocador del trono negro de Cronos y destructor del titán críos por tus propias manos- no entendía a que se refería y no entendía porque es que estaba volviendo a sentir el aire entrar a mi cuerpo-. Es tú hora Jason..., es hora que sepas realmente quien eres...

 Caí al suelo estrepitosamente haciendo que el aire entrar a mi cuerpo nuevamente y tomé una gran bocanada de el antes de comenzar a toser. Recordaba exactamente lo que había ocurrido y mi cuerpo se estremeció cuando llevé mi mano hacia mi pecho en busca de una lanza, pero no había ninguna, sentía que mi cuerpo podía arder en llamas en esos momentos. Entreabrí los ojos para intentar saber donde estaba y sentí mi rostro palidecer cuando lo único que vi fue el túnel del campamento romano. 

 «¿Cómo es que llegue aquí?» Me pregunte mentalmente mientras intentaba tomar fuerzas para levantarme aunque sabía que era inútil. 

 -¡Hay alguien allá!- gire mi cabeza hacía el otro lado y vi a unos semidioses a varios metros lejos de mí con farolas en las manos. 

 -¡Ustedes síganme y tú ve por un doctor!- escuché sus pasos y sus gritos intentando llegar a mí. 

  -Ayúdenme...- balbuce. 

 -Mi pequeño héroe, todo estará bien- sentí como Juno apoyaba su mano en mí frente e intente apartarme pero no pude-. Estoy aquí, no te haré daño- mis ojos comenzaron a pesarme y supe que estaba perdido. 

 -Ayúdenme...

 -¡Por allí!- los pasos comenzaron a sonar más cercanos. 

 -Tú estabas perdido pero yo te ayudaré a encontrarte- ella comenzó acariciar mi cabello y volteé mi rostro hacia ella.

 -¿Qué... quieres...?- le pregunte y ella solo me sonrió. 

 -No dejare que nada ni nadie te dañe desde ahora- mis ojos comenzaban a cerrarse cada vez más y me sentía más cansado-. Todo estará bien... no te preocupes- ya no podía verla y los pasos se oían cada vez más lejanos-, mi campeón... 

 «No te olvides....»

Un antes de miDonde viven las historias. Descúbrelo ahora