-Un infringidor de leyes, una maleducada y un gnomo-
Pov's Jason Grace;...
Mire por quinta vez mi antebrazo razonando que ahora había un tatuaje en el, pasé las yemas de mis dedos sobre el plástico que lo cubría. Me habían tatuado un águila sobre las iniciales SPQR, Senātus Populusque Rōmānus en latín, significaba el Senado y el Pueblo de Roma o eso es lo que había dicho Aída. No entendía como es que un campamento dejaba que tatuarán a sus campistas. Es absurdo.
-Vamos Jason, no es para tanto-quite mi vista del tatuaje para mirar a Aída que estaba sentada al lado mío en una banca del pasillo-. Se te pasará en unas horas- dijo intentando suavizar que acababan de tatuarme.
-¿Qué clase de campamento tatúa a sus campistas?- le cuestioné. Estaba completamente seguro de que yo no era el loco amnésico aquí si no que los locos era todos en este campamento.
-La clase de campamento que tiene como uno de sus dioses favoritos a Marte, el dios de la guerra, la clase de campamento que fue usado como lugar de entrenamiento en las épocas de guerras, que es el más estricto y organizado que exista y que tiene una ciudad en su interior con cientos de ex-combatientes, y también el más militarizado y quiere que sepas cuantos años levas aquí- comentó con naturalidad y me quedé procesando todo lo que había dicho en esos segundos-. Esa es la clase de campamento en la que te has metido y la única clase que hay- terminó por decir.
-No puede ser esta la única clase de campamento que exista- solté y ella volteó a verme con diversión y se rió.
-No pensé que me fueras a caer tan bien- confesó cuando terminó de reírse-, creí que serías el típico niño egocéntrico y caprichoso de Júpiter.
-¿Por qué debería ser así?- le pregunté mirándola extrañado y ella suspiró recercándose en el respaldo del banco.
-Bueno es lo que se espera que seas- agregó- aunque tu puntaje quitó esa idea de varios.
-¿Qué es eso del puntaje?- pregunté cuando recordé que hace unas horas estaba siendo juzgado por aquello.
-¿Lupa no te ha contado sobre eso?- negué con la cabeza y ella fijó su vista en mí mirándome extrañada-. ¿No te lo ha dicho? Se supone que ella debió decírtelo en el entrenamiento- fruncí el ceño sin entender de que estaba hablando y ella se percató de eso-. Espera ¿No sabes de qué estoy hablando?- me preguntó.
-Siendo sincero no- confesé- ¿De qué entrenamiento hablas? ¿Y quién es Lupa?- le pregunté esperando entender algo de la conversación, pero ella solo se quedó viéndome pasmada.
-¿No sabes quién es Lupa?- me preguntó con temor y volví a negar con la cabeza sin entender porque reaccionaba así.
-No, no lo sé- respondí y ella se levantó del respaldo de un salto.
-¿No has hecho el entrenamiento?- volvió a preguntar y me empecé a poner nervioso por el tono de temor y sorpresa que había usado en esa pregunta.
-Eh... creo que no...- le respondí sin estar seguro de mi respuesta. En realidad ni siquiera sabía de que entrenamiento hablaba o quien era Lupa, pero ambas cosas parecían importantes o eso me daba a entender Aída con la consternación que expresaban sus ojos marrones-. Am... Aída ¿Estás bien?- le pregunté cuando me di cuenta de que ella seguía mirándome, callada-. ¿Quieres qué vaya por alguien?- sugerí cuando noté que su rostro se estaba volviendo pálido-. Aída...- no pude terminar de hablar porque en ese momento me tomó del brazo y me arrastró hasta el interior de una de las habitaciones del pasillo dando un portazo a la puerta.
-Oh dioses- dijo una vez estuvimos adentro soltando mi brazo-. Esto no me puede estar pasando- comenzó a maldecir en voz baja y a caminar en círculos por el lugar, yo solo me quedé junto a la puerta intentando entender que era lo que estaba pasando.
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Un antes de mi
Fanfiction¿Se podría evitar la muerte? ¿Acaso las Moiras lo permitirán? ¿Acaso alguien dejaría a Tanatos incumplir su deber y quitarle un alma menos al reino de Hades? ¿Acaso alguien siquiera se opondría a perdonar la vida de un semidiós, un mortal? ¿Un semid...