Eran exactamente las 5:53 de la mañana. En los dos días que pasaron, Bibi se quedó pensando cómo conseguir dinero, la venta de boletos era en unos 5 dias y está claro que esté mes no le iban a pagar y menos en su nuevo trabajo (claro, si ella quedaba), su única salida era pedir dinero prestado a sus amigos. Suspiró algo frustrada al recordar la única forma de obtener esos boletos. Se levantó para dirigirse a bañar; se vistió formalmente para la entrevista de trabajo. salió de su cuarto, vio a bull sentado en el sofá tomando té y le aviso que iría a una entrevista de trabajo en Shibuya, cosa que a bull le tomó por sorpresa pero le preguntaría más tarde.
Una vez en el metro, Bibi se durmió unos 15 minutos, venía solo el vagón. Al despertar se percató que no se había maquillado — la prisa, supongo. — saco su pequeña bolsa de maquillaje que solo contaba con un rimel, un delineador y una tinta de labios. Se le dificultó maquillarse debido al movimiento pero al final lo logró. Faltaban 3 estaciones, una vez pasadas estás se paro, salió de la estación y se dirigió a la cafetería. Una vez estando ahí, se acercó a la recepción diciéndoles que venía a una entrevista, un chico se presentó ante ella, se llamaba fang y la guío hacía la oficina de la gerente donde previamente tendría su entrevista, se sentó, presentó sus papeles y respondió algunas preguntas. Después de estar ahí aproximadamente 37 minutos acabo la entrevista. Soltó un suspiro algo largo ya que todo el tiempo estuvo nerviosa, cosa que hacía que no pudiera respirar del todo bien.
— bueno Bibi, no soy de contratar luego luego, pero, tienes un título y jamás haz quedado mal en los trabajos que llegaste a tener anteriormente. Así que; estás contratada. — soltó la gerente mientras acomodaba unos papeles, al parecer eran indicaciones y otras cosas más. —por cierto, mucho gusto, soy Mandy y seré tú gerente. — extendió la mano para extrecharlas con Bibi, cosa que ella hizo. — empiezas en 3 días, tu hora de entrada es a las 6 y sales a las 11 de la mañana. ¿Tienes algún problema? —
— claro que no señorita Mandy. Muchas gracias por aceptarme, mi primer día le echaré muchísimas ganas — hizo una reverencia. — ¿Puedo retirarme? — Mandy solo movió la cabeza en forma de "sí". Salió del local hacía el metro y del metro a su casa. Una vez llegando le hablo a crow y a bull para que se sentarán y pudieran hablar. Ya todos sentados Bibi los miro algo apenada mientras jugaba con sus manos.
— ¿que hiciste, Bibiana? — dijo bull curioso, con una ceja alzada y de manos cruzadas.
— ¿Yo? Nada. Es solo qué — soltó una risita y miró a un lado. Suspiro — en realidad quería pedirles un favor. Pero no es fácil de contar para mí y les diré el por qué; aquella vez que me encontraron y descubrieron que escuchaba un grupo kpop me hizo sentir mal, sobre todo por las burlas. —
— Ow, Bibi, lo sentimos. Se qué aquella vez estuvimos realmente mal, discúlpanos por burlarnos de eso, no tuvimos por qué. No lo volveremos hacer — habló crow a lo que bull asintió queriendo decidir que está de acuerdo con lo que dijo crow. — sí, Bibi, discúlpanos, se que ahora una disculpa no sirve ya que el daño está hecho, pero, trataremos de mejorar. — hablo ahora bull entregándole un pequeño pat pat a Bibi.
— está bien, chicos — les entrego una sonrisa y se sintió mejor al recibir esa disculpa. — bueno, esto me lleva a lo que pediré. pero, no sin antes decirles que he escuchado kpop últimamente. Hay una solista que me gusta demasiado, me gusta su música, es demasiado linda y hace dos días que salí, fui a comprar sus álbumes, pasa que llegando de esa compra ví la noticia de que ella vendría a Tokyo a dar un concierto y quería pedirles si me prestaban algo de dinero ya que me gaste parte de mi paga en esos álbumes — soltó hablando rápido mientras se tapaba la cara.
Crow y bull rieron al ver a su amiga avergonzada por lo que acaba de decir, se veía tierna. — claro que sí Bibi. ¿Cuanto necesitas? — preguntó crow.
— necesito 127 dolares, chicos. ¿Podrían prestarme eso? — puso su cara en la mesa y puso sus manos cómo orando mientras movía estás.
Bull miro a crow y ambos parecían que se leyeron la mente ya que tuvieron la misma idea sin decirse nada — está bien, bibisita. ¿Pero, qué tal si te lo regalamos? Por ser tan buena amiga y compañera de trabajo — hablo bull sonriendo viendo cómo su amiga salto ante tal propuesta.
Soltó una risita — ¿Y ese apodo, loco? Pero fuera de eso; ¿Me lo dicen de verdad? — bull y crow asintieron. Bibi se levantó y abrazo a sus amigos. — muchísimas gracias, chicos. Algún día les devolveré ésto —
Se separaron, bull miro la hora, eran la 3:30 ya sus amigos y el tendrían que irse para abrir su local. Cada quién se fue a su cuarto, se cambiaron, bajaron de la casa y se dirigieron a su local en carro para posteriormente trabajar.