¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
"Me gustan las cosas brillantes, pero me casaría contigo con anillos de papel"
Mi relación con Cesar empezó desde antes que el debutara con el Guadalajara. Siempre lo seguí a donde sea que el fuera.
Bromeábamos con que nos casaríamos apenas tenga estable su carrera, ambos amábamos escuchar Taylor Swift, cuando salió Paper Rings se volvió nuestra canción oficial, mas la parte que dice "I like shiny things, but I'd marry you with paper rings" esa era nuestra parte favorita, siempre la cantábamos a todo pulmón mientras nos mirábamos a los ojos.
Desde hace unos días he notado a Cesar raro, estábamos en E.U.A por un amistoso de la selección, de hecho, notaba a todos raros, jugadores, esposas y cuerpo técnico, por lo que empecé a sospechar.
Estaba en la habitación del hotel cuando me entra una llamada de Cesar.
— Hola amor ¿cómo estás? —dijo Cesar del otro lado de la línea.
— Hola cielo, estoy bien, ¿por que preguntas?
— Okay, ponte lo más lindo que tengas, arréglate muchísimo mas hermosa de lo que estas y en dos horas llegaran Sebastián y Jordi por ti —dijo ignorando mi pregunta, y aunque no lo podía ver supe que tenía una sonrisa en su rostro.
— ¿Okay? ¿Y puedo saber el porque? —dije levantándome de mi cama para ir a mi maleta, afortunadamente tenia ropa formal por mi trabajo.
— Es una sorpresa linda, y rapido, aunque Sebas y Jordi te van a esperar.
— Okay, bye mi amor.
— Bye mi cielo —dijo para despues cortar la llamada.
Despues de colgar, me metí a ducharme lo más rápido que puede, al salir busque mi ropa, era un pantalón de vestir negro junto con un blazer del mismo color y una blusa blanca, y de zapatos me puse unos tenis blancos.
Me maquille ni muy cargado, pero tampoco muy natural, ósea, si se notaba que tenia maquillaje.
No se en que momento pasaron las dos horas pero ya tenía a Jordi y a Sebas afuera del cuarto.
— Ay, ¿pues donde es la junta secretaria? —dijo Jordi al verme apenas abrir la puerta.
— Jajaja, que gracioso Cortizo —dije saliendo del cuarto y cerrando la puerta— No, ya enserio, ¿me van a decir a donde me van a llevar?
— No podemos, aunque lo mas seguro es que a este wey se le salga decirte, pero si lo hace tengo indicaciones estrictas de pegarle —dijo Sebastián haciendo pose de malo, lo que me saco una carcajada.
— Mhm ya, quita esa cara Sebastián, me das miedo —dijo Jordi escondiendose atras de mi.
— Ya, ustedes dos, apláquense, no se nota que ya van para los 30 eh —dije haciendo referencia a su comportamiento infantil.
— Ay ya, vámonos pues —dijo Sebastián jalando a Jordi.
Esos dos podrán parecer enemigos, pero es todo lo contrario, no se nota que en un clásico regio casi se matan.
Al bajar al lobby note que varios jugadores y sus parejas estaban ahí, la mayoría estaban formales.
— ¿Pues a dónde vamos o que? —dije al estar mas cerca.
— Tu no te preocupes, tu tranquila, nosotros nerviosos —dijo Edson al lado de Sofia y sus niñas.
Todos salimos en bola y a fuera ya nos esperaban varios carros. Todos eran negros, solo había uno que destacaba, era blanco.
— Okay, Sara, tu vas en el carro blanco —dijo Gera.
Subí al carro blanco y adentro había un bonito ramo de rosas rojas con una carta.
— Ah, Sara, dijo Cesar que no leyeras la carta hasta que llegues con el —dijo Linda, la esposa de Jorge.
Con eso Jorge cerró la puerta y le dio la orden al chofer.
Ya había pasado un rato desde que salimos del hotel, sinceramente no sabía a donde nos dirigíamos, pero vi que habíamos llegado a California.
Llegamos a la playa, baje del carro y note que había un restaurante, por lo que supuse que ahí es donde estaríamos.
Todos empezaron a bajar del coche y entramos al restaurante, no habia nadie mas que el personal, y en la mesa del centro note a la cabeza de todo este plan, Cesar.
El, al notar que habíamos llegado, se levanto de su silla y camino hasta mi, tomando mis manos y abrazándome.
— Hola hermosa —dijo sonriendo.
— Hola guapo —dije de igual manera, notando que su cabello estaba atado en una media coleta.
Todos tomamos asiento, eran parejas y los que no tenían una mesa para ellos aparte junto con Jimmy, que también se vio implicado en todo esto.
— Muy bien, esta cena es para todos nosotros antes del amistoso contra Australia, pero antes, Chino quiere decir algo —dijo Jimmy.
Sólo note a Cesar nervioso, se levanto de su silla y se puso delante mío.
— Sara, tu bien sabes todo lo que he pasado, has estado conmigo en las buenas, en las malas y en los peores momentos de mi vida, como aquella vez que los fanáticos me aventaron cosas en el partido de las Chivas, tu eres uno de mis pilares aparte de mi familia, te amo con todo mi corazón y eres muy importante para mi —dijo sacando algo de su saco e hincándose enfrente mio — Sara, ¿me permites ser tu esposo?
Yo solo pude llorar y reír para finalmente dar una respuesta positiva.
— ¡Si! — Cesar se levanto y me beso, para finalmente poner el anillo en mi dedo anular.
Todos comenzaron a aplaudir y chiflar, emocionados de que por fin van a tener otro motivo para una peda después de la copa oro.
— Sara ¿tienes la carta que venia en las flores? —me preguntó Cesar.
— Si, creo que si —dije buscando en mis bolsos del blazer y el pantalón.
Finalmente la encontré en el bolso derecho del blazer.
— Léela, en voz alta, quiero que todos escuchen lo que siento y pienso de ti —dijo abrazándome por la cintura.
"Sara, cuando te vi por primera vez creí que eras bonita, aun recuerdo cuando te hable por primera vez en la prepa a la hora de la salida, te pregunté si podíamos ser amigos y me dijiste que si aun sin conocernos del todo, días después comenzamos a hablar, y de ahí nuestra amistad se fortaleció, luego, comenzaste a apoyarme en mi sueño de ser futbolista, cuando me dijeron que posiblemente iba a debutar te pedí ser mi novia, aceptaste, y ahora me alegra que me hayas dicho que si ahora que te pedí matrimonio.
Recuerda que siempre estaré contigo en las buenas y en las malas, en las mejores y las peores, en la salud y en la enfermedad, hasta que la muerte nos separe.
Con amor, Cesar Huerta"
Cuando termine de leer la carta yo estaba llorando a mares, Cesar me abrazó y lloramos juntos, los demás estaban aplaudiendo y vitoreando, para muchos quizás era una ridiculez, pero para mi es el acto mas puro de amor que puede realizar alguien por ti.
