𝗢𝗩𝗘𝗥𝗖𝗢𝗠𝗣𝗘𝗡𝗦𝗔𝗧𝗘 𖤐 Jason Todd.

oii. two

chapter two:

"Batman and Robin"

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AQUELLAS MENTIRAS ARREBATARON EL ALMA DE UNA PEQUEÑA CUYA INOCENCIA ESTABA A NADA DE HACER EXPLOSIÓN.

La pequeña infante estaba conciente de que había hecho mal. Sí no fuese por las mentiras de aquel hombre y su inocente curiosidad probablemente estaría en su hogar, aunque no fuera la gran cosa, aún sabiendo que sus padres probablemente no se preocuparían por lo que le pasara. Estaba claro que quería escapar.
Su vista fue nublada por unos instantes, no tenía ni idea de a dónde la llevaban o que cosa harían con ella. Aún así, estaba muy conciente de que probablemente, su vida estaba corriendo riesgo.
Por más terror que su cuerpo estaba sintiendo, era incapaz de soltar una palabra. No podía gritar, no porque no quisiese; el miedo propio hacia que se contuviera. Intentó gritar en muchas ocasiones pero todos aquellos esfuerzos eran en vano, sus débiles manos pataleando realmente no eran de mucha ayuda.
Eran ya demasiadas lágrimas derramadas, sentía su estómago dar mil vueltas, su pequeña y delicadamente mente pasaba por los peores escenarios que podían pasar. Estaba claro que hasta ahí había llegado su vida.

Lo único que recordaba era que aquel hombre la llevó a un callejón oscuro, desde ahí supo que algo andaba mal. La pequeña araña que tenía en sus manos parecía aún desesperada, eran dos víctimas por parte de aquel hombre.
Aquél hombre rió como un loco por un buen rato, era algo que la había perturbado por completo, aquél ruido sonoro le generó un millón de escalofríos por la espalda. Jamás había escuchado a alguien reírse así como ese hombre lo hacía. Estaba completamente loco; esa noche se lo había dejado muy en claro.

Cuando por fin recuperó la conciencia, sus ojos expresaban todo el terror que estaba sintiendo. Ahora sí, había soltado todos los gritos que estaba guardando. En su panorama habían un sin fin de jaulas con muchos animales, quienes al parecer también luchaban por su vida. El ruido de la pequeña los había alterado, haciendo que soltaran chillidos o hicieran un sonido característico que probablemente decía "quiero ser libre".
Lo que parecía ser un laboratorio lleno de muchos aparatos, lleno de jaulas, animales muertos, un olor extraño, el simplemente hecho de ver todo eso, puso en alerta a la niña. Estaba en una silla, atada. A sus espaldas tenía un aparato muy peculiar, muchas jeringas apuntaban a ella, con la intención de poner algún tipo de liquido sobre su cuerpo.