El Soldado de Polvo / Weiss Schnee x lector masculino

Capítulo 19: El arma más fuerte del mundo

Las palabras son un arma poderosa, un arma que, de ser usada en la plenitud de sus capacidades puede cambiar el mundo para bien o para mal, incluso de no ser así, usarla desperdiciando su potencial inherente como medio de todo tipo trae consecuencias. Tal vez no solo debe encasillarse solo como palabras, el lenguaje en general encasilla este poder, siendo las palabras solo una pequeña extensión de esto pero siempre y cuando haya una intención detrás, la intención de dar un mensaje, un mensaje que pueda quedar marcado en la memoria colectiva

El mundo de Renmant estaría a punto de aprender esto de nuevo a la mala, se estaba por dar una de las tantas reuniones entre los grandes lideres del mundo, los políticos más poderosos, los directores de las pocas academias que quedaban, grandes empresarios y más. Esta reunión tenia algo de diferente, puesto que se decidiría por aprobar o no una ley que podría dar final a los terroristas que querían hacer caos en todo sentido

Hay que decir que en la reunión no solo estaban los grandes lideres mencionados antes, sino que a su vez estaba el representante general de los faunos, Ghira Belladona, el padre de Blake Belladona, aunque ya mayor y sin estar en sus mejores años seguía siendo la voz de los faunos

Ahora los faunos ahora eran mucho más aceptados que antes, sobretodo porque la discriminación se había reducido en gran medida, esto hizo que alguien como Ghira se preparara para dar un discurso y dar su postura ante la posibilidad de la ley de cero tolerancia pronunciada para acabar con los terroristas como Alexander Ashford

Sus pasos lentamente se daban, caminando hasta donde promulgaría su voz al mundo y usaría el don de la palabra para dar un mensaje

Una lastima el hecho de que, el no era el único que quería transmitir algo ese día, porque las palabras llegan lejos pero una imagen, una imagen, una escena puede permanecer en la memoria colectiva durante mucho tiempo

Sin más una explosión sacudiría la gran sala dejando todo hecho un caos, las chispas volaron mientras el anfiteatro era reducido a escombros, los cazadores presentes como Winter o Penny intentarían proteger a la mayoría de personas pero Blake iría directamente con su padre quien yacía tirado entre varios escombros

La chica fauno se acercaría a él arrodillándose quitando los escombros del medio y quedaría de cara con su ahora difunto padre, vería sus ojos ahora sin vida y notaria que la explosión no fue lo que lo mató, tampoco fueron los escombros, fue una bala, una bala que había atravesado su pecho de lado a lado, no podía ser que eso pasara, su aura debió haberlo protegido de eso, pero no fue así, ella se daría cuenta de algo, que la explosión debió haber debilitado el aura de su padre y antes de que los escombros cayeran y en medio del fuego debió haber recibido el disparo, eso necesitaba de una visión quirúrgica para hacerse correctamente, nadie debía ser capaz de dar un tiro tan preciso, excepto una persona, solo una en todo Renmant seria capaz de acertar un disparo en medio de fuego, humo y escombros

Sus sentidos felinos se activarían de repente y tomando el collar manchado en sangre de su padre iría al que era antiguamente el ventanal de la sala de conferencias, ahora abierto de par en par por la destrucción provocada, sus ojos verían como todo a sus pies era un caos verdadero, la gente corría y lloraba pero ella ignoraría todo, ignoraría cada grito, cada llanto y cada suplica de ayuda y se concentraría logrando atisbar a lo lejos en una azotea una figura negra, con un rifle en mano que al ver su presencia notada daría media vuelta y se iría, Blake lo pudo ver, pudo ver el resplandor que tenia uno de sus brazos, pudo ver aun en la distancia que ese brazo era igual al de ÉL, que era igual al de el que fue alguna vez su amigo

Ella tomaría venganza, era algo que debía hacer, era algo que era su obligación y sin dudar se lanzaría a buscar la cabeza de los que habían causado esto, para hacerles pagar, para que alguien admitiese la culpa de quitarle a su padre