frustración

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Noeul era un omega talentoso y apasionado por la arquitectura. Desde joven había soñado con diseñar estructuras que inspiraran a las personas y transformaran paisajes urbanos. Conoció a Boss en la universidad, ambos estudiando arquitectura, y su conexión fue instantánea. Juntos, formaron una pareja sólida, tanto en lo personal como en lo profesional. Noeul era la creatividad desenfrenada y Boss, el orden y la precisión. Sus habilidades se complementaban a la perfección.

Sin embargo, su vida dio un giro cuando Noeul quedó embarazado de gemelas. Al principio, la noticia fue una alegría inmensa para ambos, pero a medida que el embarazo avanzaba, Noeul comenzó a sentirse cada vez más inquieto. Su creciente pancita de seis meses limitaba su capacidad para trabajar en el campo de la arquitectura, donde las largas horas y el trabajo físico a veces eran inevitables.

Una tarde, mientras Boss estaba en una importante reunión de trabajo, Noeul decidió visitar el estudio que compartían. Quería revisar algunos planos y bocetos que había dejado inconclusos. Al llegar, se sentó en su escritorio, abriendo los archivos y perdiéndose en sus ideas. Estaba tan concentrado que no notó el paso del tiempo. Boss regresó al estudio y encontró a Noeul trabajando arduamente, su rostro mostrando signos de agotamiento.

—Noeul, amor, ¿qué estás haciendo aquí? —preguntó Boss, con preocupación en su voz.

—Sólo estaba revisando algunos planos. No puedo quedarme en casa sin hacer nada, Boss. Siento que estoy perdiendo tiempo y proyectos importantes —respondió Noeul, su voz teñida de frustración.

Boss se acercó y lo abrazó suavemente, sintiendo la tensión en el cuerpo de Noeul.

—Entiendo cómo te sientes, pero ahora tu salud y la de nuestras hijas son lo más importante. Podemos encontrar una manera de que sigas trabajando sin ponerte en riesgo. No tienes que hacerlo solo —dijo Boss con suavidad.

Noeul asintió, pero la insatisfacción y la inseguridad seguían presentes en sus ojos. Boss decidió que necesitaba hacer algo para que Noeul se sintiera valorado y apoyado. Durante los siguientes días, Boss trabajó en un plan para demostrarle a Noeul cuánto significaba para él, tanto en lo personal como en lo profesional.

Unos días después, Boss llevó a Noeul a una sorpresa especial. Había hablado con sus colegas y organizado una presentación en la firma de arquitectura donde ambos trabajaban. La oficina estaba decorada con modelos en 3D y planos de los proyectos más significativos en los que Noeul había trabajado.

—¿Qué es todo esto, Boss? —preguntó Noeul, sorprendido y emocionado.

—Quería recordarte lo talentoso que eres y cuánto valoramos tu trabajo. Tus diseños han inspirado a todos aquí y seguirán haciéndolo. Esta presentación es para mostrarte que puedes seguir siendo parte de todo esto, incluso ahora. Eres fundamental para nuestra firma y para mí —explicó Boss, tomando la mano de Noeul y sonriéndole con amor.

La emoción llenó los ojos de Noeul mientras caminaba por la oficina, observando sus obras y escuchando los elogios de sus colegas. Boss había organizado todo para que Noeul pudiera trabajar de manera más cómoda y segura desde casa, incluyendo la instalación de un estudio con todas las herramientas necesarias.

—Aquí puedes trabajar cuando quieras, sin preocuparte por tu salud o la de nuestras hijas. Quiero que te sientas realizado y feliz. Estás a punto de ser padre, pero eso no significa que debas renunciar a tus sueños. Podemos lograrlo juntos, Noeul. Eres mi compañero y te apoyaré en todo —dijo Boss, mirándolo a los ojos con determinación y cariño.

Las lágrimas comenzaron a rodar por las mejillas de Noeul. Abrazó a Boss con fuerza, sintiendo que su corazón se llenaba de gratitud y amor.

—Gracias, Boss. Te amo tanto. Prometo cuidar de mí y de nuestras hijas, y seguir creando. Con tu apoyo, sé que puedo hacerlo —dijo Noeul, sintiéndose más confiado y feliz que nunca.

Desde ese día, Noeul encontró un equilibrio entre su embarazo y su pasión por la arquitectura. Boss seguía sorprendiéndolo con pequeños detalles y gestos que le recordaban cuánto lo amaba y valoraba. Juntos, esperaban con ansias la llegada de sus gemelas, sabiendo que enfrentarían cada desafío unidos, con amor y confianza.

La llegada de las gemelas fue un momento de alegría indescriptible para ambos. Noeul y Boss, rodeados de amor y apoyo, continuaron construyendo una vida llena de felicidad, creatividad y comprensión. Noeul encontró nuevas formas de integrar su trabajo con su vida familiar, y Boss siguió siendo su pilar, siempre recordándole que, juntos, podían superar cualquier obstáculo.

Y así, en un mundo donde el amor verdadero y el apoyo mutuo eran la clave, Noeul y Boss demostraron que no hay desafío demasiado grande cuando se enfrenta en pareja, con amor y confianza.

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