- Noeul tenía una relación aparentemente perfecta con Boss. Vivían juntos en un apartamento en el centro de la ciudad, compartiendo una vida que muchos envidiaban. Noeul, un artista con alma sensible, y Boss, un ingeniero de software con una mente lógica y estructurada, se complementaban a la perfección. Sin embargo, como sucede en muchas relaciones, las dudas comenzaron a surgir en la mente de Noeul.
Todo empezó una tarde lluviosa cuando Noeul encontró un mensaje en el teléfono de Boss que despertó su curiosidad. Era un mensaje de un tal Alex que decía: "Gracias por la noche de ayer. Fue increíble". Noeul sintió una punzada en el corazón, pero decidió no confrontar a Boss de inmediato. Quería saber más antes de sacar conclusiones apresuradas.
Durante las semanas siguientes, Noeul comenzó a notar pequeñas cosas que antes pasaban desapercibidas. Boss llegaba más tarde de lo habitual del trabajo, a veces con excusas que parecían poco convincentes. Empezó a ser más reservado con su teléfono y se mostraba distante, como si algo lo estuviera perturbando.
Noeul, consumido por la duda, decidió seguir a Boss una noche. Lo vio salir del apartamento y lo siguió discretamente hasta un bar en un barrio cercano. Desde una esquina oscura, Noeul observó a Boss encontrarse con Alex. Vio cómo se abrazaban y reían juntos, y aunque no vio nada más comprometedor, la cercanía entre ellos era suficiente para que su mente se llenara de suposiciones dolorosas.
Esa noche, Noeul no pudo dormir. Decidió que necesitaba hablar con alguien sobre sus inquietudes, así que llamó a su mejor amiga, Carla. Carla siempre había sido su confidente y sabía que podría darle una perspectiva objetiva. Al escuchar la historia, Carla le sugirió que hablara abiertamente con Boss en lugar de dejarse consumir por la incertidumbre.
Al día siguiente, Noeul preparó una cena especial y, con el corazón en la garganta, le pidió a Boss que se sentaran a hablar. Boss, notando la seriedad en los ojos de Noeul, accedió de inmediato.
—¿Qué está pasando, Noeul? Te he notado distante y preocupado —dijo Boss, tomando la mano de Noeul.
Noeul respiró hondo y decidió ser directo.
—Boss, he notado algunas cosas últimamente que me hacen pensar que puede que me estés engañando. Vi un mensaje de alguien llamado Alex y luego los vi juntos en un bar. Necesito saber la verdad.
Boss se quedó en silencio por un momento, claramente sorprendido. Luego, con una expresión de tristeza y comprensión, empezó a hablar.
—Noeul, lo siento mucho por haberte hecho sentir así. Alex es un amigo de la universidad, y hemos estado trabajando juntos en un proyecto que podría revolucionar la forma en que se utiliza la tecnología en el arte. Lo que viste fue una reunión de negocios que se tornó en una conversación amigable. Te he ocultado esto porque quería que fuera una sorpresa. Quería presentarte el proyecto terminado para que vieras cuánto me inspiras en mi trabajo.
Noeul sintió una mezcla de alivio y vergüenza. Las lágrimas comenzaron a rodar por sus mejillas mientras Boss lo abrazaba con fuerza.
—No deberías haber tenido que pasar por esto solo, Noeul. Prometo ser más abierto contigo de ahora en adelante. No quiero que haya secretos entre nosotros.
A partir de esa noche, la relación de Noeul y Boss se fortaleció. Aprendieron a comunicarse mejor y a confiar más el uno en el otro. Noeul también se involucró en el proyecto de Boss y Alex, encontrando una nueva pasión que lo unió aún más a Boss. Juntos, descubrieron que el amor verdadero no es perfecto, pero puede superar cualquier obstáculo si hay honestidad y comprensión.
Así, Noeul y Boss continuaron su vida juntos, más unidos que nunca, demostrando que las dudas pueden convertirse en una oportunidad para reforzar el amor y la confianza.
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(Actualizado la pancita de Noeul con 6 meses de embarazo)
