Celine Ricci logró domar a las peores bestias:
Cristopher Morgan cayó en sus encantos enamorándose perdidamente.
Antoni Mascherano se cegó ante su belleza obsesionadose con ella.
Se suponía que Ilenko Romanov sería su verdugo y terminó en su cama.
T...
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Culla dell'oro, trono della principessa, sei nata per regnare, mia dolce principessa.
Celine
Había llegado hace unas horas a Italia, los empleados me recibieron con el debido respeto que merezco sin atreverse a mirarme a los ojos.
Pues tampoco es como que pudieran,lo tienen prohibido.
Ella de nuevo rondaba en mi cabeza.
De hecho...
Me desconecto al verlo, ahí estaba él, tan imponente como siempre, su delicioso perfume impregnado de forma sutil todo el lugar, esa seriedad que lo caracterizaba luciendo en sus órdenes hasta que me ve.
Uy ya me mojé
-Largo, todos fuera, ¡AHORA!
Creo que está enojado, enojemozlo más.
Completamente de acuerdo con ella
- ¿Que pasó ?_ me acerco a el lentamente hasta sentarme en sus piernas- me observa serio.
-Celine Ricci- Esa voz gruesa y deliciosa.
-El amor de tu vida- le digo con una sonrisa.
- ¿Por qué no me llamaste? Hubiera ido por tí - dice colocando un mechon tras mi oreja.
-No quería molestarte-
Si si coqueteale más
- Tu siempre quieres molestarme- dice tomando mi cintura para darle un ligero apretón.
-Esta vez no Antoni- me recuesto en su torso, suelto un suspiro tal como lo practiqué - Me contaron que tenías nuevo juguete, me puse muy celosa.
-Puedo tener a quien sea pero ninguna eres tú- me abraza tan delicadamente que aveces olvido que es el líder de la mafia con el que estoy jugando.
La combinación entre su brusco agarre y sus suaves caricias son el contraste perfecto.
-Una dama de clase alta no puede aceptar tales cosas, más sabiendo que tienes a Isabel como tú cagna principal.
Ay por Dios esa no llega a la suela de nuestro zapato pero en algo estoy de acuerdo no puedo compartir a mi hombre, a menos que sea un trío.
-Permíteme adorarte principessa,demostrarte lo mucho que vales para mí, - dice besando mis mejillas.
<< mañana no podrás caminar y yo estaré encantado de cuidarte>> susurra en mi oído antes de soltar una risa ronca, que moja mis bragas.
- No sé si lo merezcas, puedo ser joven pero eso no significa que quiera estar con un niño, yo quiero a un hombre a mi lado Antoni y tú no estás demostrando serlo- suspiro dramáticamente.
-¿Sabes lo que has hecho?- pregunta-¿Te gusta provocarme?
Se nota que también le encanta este juego, aunque el cree tener el poder, pobre italiano iluso, Sabroso pero iluso.
-Yo no he hecho nada, no es culpa mía ser sincera, hermosa - sonrie mientras me acaricia- Y sexi.
- ¿Y mía?
- Ya hablamos de esto, soy muy posesiva, un matrimonio entre nosotros no funcionaría.
- Eres mía desde el día que llegaste a la mansión apenas siendo una cria, lo aceptes o no.
Ya logramos irritarlo es buen momento para desaparecer.
Decido ignorar esa amenaza pasivo agresiva de parte de Antoni.
- Ya veremos amore- digo acariciando sus brazos, para después girarme y lo tomarlo de la nuca para plantarle un beso lento, me separo de el y acaricio su mandibula antes de levantarme y caminar hacia la puerta
- ah y puedes ofrecerle el puesto a tu cagna principal, yo no comparto lo mío-y una vez tirada la bomba abandono el lugar.
Creo que esto será muy divertido.
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