Se Dice De Mí (Kiribaku)

Capitulo 12: Egos enormes.

Kirishima

—¡¿Qué?! Ni lo sueñes. No lograrás meterme en el mismo lugar que la rubia maniática.

—Ella podría decir lo mismo de ti.

Katsuki se lanzó hacia él, con la firme intención de partirle la cara, pero fui más rápido. Antes de que pudiera hacer algo, lo atrapé desde atrás en un abrazo de oso, utilizando mi Quirk para sellar mi agarre.

—Espera. —Dije, sosteniendo a Blasty con fuerza.—Rock, no es necesario que hagas esto.

—Por el contrario, es urgente que paren de hacer el ridículo en todos lados. —Dijo, mientras me veía luchar por no soltar a Katsuki, pero no sé movió ni un paso— Un informante me dijo que en unas semanas se publicará un anuncio sobre la verdadera relación entre Dynamight y Mt. Lady.

¿Cómo se le ocurrió esta estupidez? No puedo creer que de verdad nos esté pidiendo esto.

Katsuki en una cita con ella... habían tantísimas formas de que algo saliera mal.

No me podía dejar pisotear en esto. Si no le ponía un alto en este momento quien sabe a dónde íbamos a parar.

-Hermano, debes estar bromeando, podemos buscar otras formas: filtrar fotos, testimonios pagados. Somos una maldita liga de héroes, carajo, hay mucho con lo que nos podemos defender.

-Esto no está en discusión, Red.

Muy bien, esto ya era el límite de lo que podía soportar. Este cretino se estaba metiendo en mi puta relación más de lo que tenía permitido.

-No te preocupes, estaré vigilando todo. -Me aseguró

No me molestaba ver encabezados con fotos editadas de mí novio pololeando con una chica, pero de ahí a básicamente ponerme el cuerno había una gran diferencia.

Ni loco lo iba a dejar ir a besuquearse con una tipa por ahí solo para que les tomen fotitos. Mucho menos si era Mt. Lady, esa loca ya había intentado follarlo en la fiesta que hizo. Quien sabe, en un descuido podría volver a propasarse con él.

-Pues que manden un doble, escuché que hay un novato que cambia formas por ahí.

-Es muy riesgoso. Será todo más fácil si va él en persona.

La cara de Katsuki pasó por todos los tonos de rojo, por un momento se echó para atrás como un caballo y casi me doblo la espalda al tratar de sostenerlo.

-Bueno, tienen una reservación en el restaurante de la esquina a las nueve. Tienes hasta entonces para invitarla. Si te sirve de algo, escuché que le gustan las flores moradas.

-¡Y de paso la tengo que invitar yo!

-Pues claro, ella no sabe, ni debe enterarse, de la cagada que estamos tratando de encubrir.

Rock se fue justo en el momento en que mis brazos se cansaron y soltaron a Blasty. Él intentó pasar por la puerta para seguirlo pero yo me paré frente a ella bloqueando la entrada.

-Escucha, se que esto se salió de nuestras manos, pero...

-¡Mañana mismo le cuentas a todos la verdad!