Paranoia [The walking dead] (PAUSADA)

1 - La pureza

Todo había cambiado...

Un día repentinamente todo cambio, ella sabía que debía resistir, pese a esas cosas devoradoras, intento mantenerse positiva y tranquila; siendo alguien joven con un corazón gentil, lleno de piedad. En un comienzo no podía procesar ni aceptar aquella crueldad de los No-vivos, pero avanzo junto a su pequeño grupo de sobrevivientes, ayudando en lo que podía. Hablaba; dando ánimos, motivando y demostrando aquella amabilidad escasa en personas.

—Si alguien necesita ayuda, hay que mostrar bondad —comentó sonriendo levemente—. Es difícil matar esas cosas, me es difícil lastimarlos incluso sabiendo que son muertos vivos. Pero ayudaré a las personas y mostraré humanidad, nada está perdido con aliados. —Los demás asentian, mirándola con pena, era agradable tener a alguien que los mantenga humanos.

Ella era muy humana en ese sentido.

Si...

Nada estaba perdido, aquella humanidad tan gentil y esperanzadora.

¿Quién diría que eso era debilidad?

En ese nuevo mundo, no debías dudar en empuñar un cuchillo, en sentir nauseas o mareos con la sola presencia de la sangre, ni quisiera titubear en atacar.

Raven Storm soporto las pérdidas del pequeño grupo que la acogió en un comienzo, observo como algunos caían en la locura, otros no volvían de su búsqueda de provisiones, enfermaban, eran atacados al intentar buscar otro camino o simplemente... terminaban con sus propias vidas.

El último que quedó de todos ellos estaba frente a ella, apuntando un arma en su cabeza, templando y sollozando en silencio.

—Eres demasiado pura para este mundo —murmuro dudando en jalar el gatillo—, de todos, tu no debes quedar sola, no puedo permitirlo...

La castaña observo con pena, no pudiendo reaccionar ante aquellas acciones, ¿Qué debía hacer?, solo se mantuvo mirándolo en silencio.

Tenía miedo, pero ya todo decayó.

Por eso acepto esa decisión.

—Entonces... tu no mueras, eres fuerte, Liam —sonrío compasiva.

Esas palabras fueron suficientes para que el otro desista, llorando mientras baja el arma, siento abrazado por esta en un gesto gentil de consuelo.

Entonces una pequeña orda los atacó. Él disparaba a cuantos podía, empujándola hacia atrás pensando solo en protegerla.

—¡Vete! —Exclamó recibiendo una mordida en el antebrazo, gritando de dolor—, voltea y no mires atrás, sobrevive... Raven.

Con desesperación obedeció queriendo buscar ayuda, pero al voltear y alejarse un poco escuchó el último tiro de Liam; directamente a su propia cabeza.