GEORG
Tenía a Andy durmiendo a mi lado, ya todos estaban durmiendo, bueno, Bill, Max y Gus fueron a cazar pero dejaron a Andy aquí por seguridad y ademas que no quería dejarlo salir.
Se veía muy lindo durmiendo aquí, me tenía uno de sus brazos al rededor del torso y roncaba bajito de una manera muy tierna.
Menos mal sus golpes gracias a Bill se habían ido pero aún seguía adolorido.
Su pelo desordenado y sus labios rojos entre abiertos...
Me acerque juntando sus labios con los míos, eran carnosos y suaves, fue uno pequeño y casto.
Me separé viendo como abría sus ojos lentamente, tenía sus ojos amarillos, las venas en su rostro ya no se notaban tanto.
— Como estás?
— Bien, me siento mejor ahora —Su voz era bajita—
Me giré para quedar frente a él.
— Pensé que te perdería Andy...
Subió su mano a mi mejilla acariciándome.
— Nunca te dejare solo Georg...
— Pero yo algún día moriré Andy, no estaremos siempre juntos.
— Tu...no me dejarías morderte nunca?
Me quede callado no sabía que responder a eso.
— Es difícil Andy...y si no te puedes controlar?
— Eso es algo que no quiero pensar...pero con ayuda...podría morderte sin hacerte daño Georg...y estarías conmigo...siempre...
Me le quede mirando sin decir nada, no sabía que decirle, era una decisión que tendría que pensarla y meditarla muy bien.
No se cuanto tiempo paso o cuanto tiempo estuve pensando que se levantó sentándose encima de mi.
— Q-que haces...?
— Tranquilo... —Se acercó a mi poniendo las manos en mi cuello— Por que no mejor...terminamos lo que quedó pendiente el otro día? —Su lengua fue a mi cuello lamiendo y chupando—
Subí la cabeza dándole más espacio para que siguiera.
Con su mano libre desabrocho mi pantalón, lo bajo tocándome el miembro por encima de la tela de la ropa interior.
Tenía una mano pequeña pero sabía usarla, la movía bien y estaba cada vez más duro.
Quería que me tocara más, que su manos estuviera piel a piel con la mía.
Le quite la camiseta tirándola algún lado, las marcas que le dejé aún estaban ahí pero no tan notorias como antes.
Se inclinó hacia mi abdomen mordiendo la piel, tenía el abdomen más o menos marcados y una cuadrito por cuadrito lamiendo y mordiendo.
Y bajando cada vez más...
Me bajo lo único que me quedaba de ropa dejándome completamente sin nada.
