Andy— Ya no me haga nada por favor... —Decía un débil chico luego de recibir trescientos latigazos de castigo—
— As incumplido las reglas Andreas, mereces un castigo ejemplar.
Andy— Tengo un bebé por favor...—Toco su barriga protegiendo al bebé de dos meses que estaba creciendo en su interior—
—Hace cuanto te enteraste? —Pregunto uno de los príncipes del infierno—
Andy— Me entere hace dos días, por favor no me haga nada...
— Mordiste a un alfa Andreas y el aún no está aquí contigo, eso no es permitido aquí y lo sabes.
Andy— Por favor señor...
— Trecientos más!
Andy— No! No! No! —le llegó uno en medio de su espalda— GEORG!
Grito tan fuerte retumbando las paredes de la iglesia.
Por otro lado un alfa iba volando siguiendo la voz de su omega.
Georg— Ya voy Andy estoy llegando —Le hablo—
Andy— Apresúrate...matarán al bebé...
Bebé? Se lo pregunto, que bebé?...será que su omega está...
Apresuró más su vuelo, debía llegar rápido.
Llegó a la iglesia que un día los chicos contaron, había un montón de gente mirando.
Georg— Deténganse! —Dijo el alfa al llegar en medio de toda la gente— No se atrevan a hacerle nada!
— Y tú quien eres? —Pregunto uno de los príncipes—
Georg— Soy su alfa, me vendré a vivir aquí con el, cumpliré con todo lo que quieran pero a mi omega no le aran nada más.
— Es tu deber muchacho, serás padre, es tu obligación responder por el.
Georg— A-Andy eso es... —El omega asintió—
Andy— Perdóname Georg debi decirte, pero tenía miedo de que no estuvieras listo, se que tienes muchas cosas en las cuales pensar y no quería que te sintieras presionado —Hablaba un omega nervioso con mucha rapidez—
Georg— No no Andy...—El Alfa se acercó tomando su rostro con sus grandes manos— Es lo mejor que me an dicho en la vida...
Beso su mejilla en repetidas ocasiones.
— Entonces..estás seguro de tu decisión muchacho?
Georg— Si majestad —Tomo la mano de su omega— muy seguro.
— Entonces como en todo matrimonio, se realizará el pacto de sangre!
—Matrimonio! —Dijo la pareja al mismo tiempo—
— Que creían? Que sería algo así de simple? No muchachos, como lo dictan las reglas, ustedes tendrán un matrimonio consumado y próximamente un bebé. TRAIGAN LA DAGA SAGRADA! —Grito a sus guardias—
La pareja se miró asustada, pero no lo dudaron ni un segundo, apretaron más sus manos entrelazándolas seguido de una tierna sonrisa.
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Bill— Au! —Se quejó el omega luego de una pequeña patadita que el bebé le dio—
Tom— Es normal que se mueva mucho? —Pregunto su alfa acariciando la barriga—
Bill— Si es normal, se van acomodando de apoco para cuando lo tenga esté en posición.
El alfa se acercó besando la gran pansita que tenía su omega acostado en su nueva cama matrimonial.
Bill— Mañana tengo que volver a casa.
Tom— Es necesario?
Bill— Si no llegó me castigaran de nuevo Tom.
Tom— Cuando será el día en que me dejes ir contigo Bill?
Bill— Tom ya hablamos de eso...
Tom— No eso nunca quedó bien claro, te seguirán haciendo daño Bill y ahora tienes al bebé.
Bill— Tom por favor —El alfa suspiro pesado—
Tom— Sabes —El omega miro— Ya no te rogaré mas, si te hacen algo no vengas a llorarme después, yo quiero irme contigo y tener una familia pero por algo tú no quieres.
Se levantó de la cama.
Bill— Tom no te molestes es solo que..
Tom— No! Sabes que? Me canse! Haz lo que quieras pero luego no vengas a decirme que te duele y que quieres que dejen de hacerlo!
Salió de la habitación pegando un portazo.
El omega se recostó en la cama, no era por ninguna razón mala por la cual no querer vivir con su pareja en su mundo. Solo es por el miedo a que los príncipes les hagan daño a su alfa al punto de acabar con el.
Quiso dejarlo solo unos momentos para que se tranquilice, llevarlo con el era una decisión importante, debían pensarlo muy bien antes de decidir cualquier cosa.
Sin que se diera cuenta se quedó dormido abrazando la almohada que su alfa utilizaba para dormir, si aroma era muy dulce y relajante sobre todo en estos momentos.
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Y ahí estaba un alfa solo en la sala de su casa, pelear con su omega me desagradaba sobre todo a la hora de gritarle, era algo que nunca le gusto, le hacía volver al pasado, a su niñez, cuando su padre agredia a su madre y la mandaba a punta de gritos.
Un té le estaba haciendo bien en estos momentos, pero algo rondaba en su mente, por que su omega no lo querrá llevar hacia su mundo?
Esconderá algo? Hay algo que el omega no quiere que el sepa? O peor aún...tendrá a alguien más allá?
De solo pensar eso su sangre hervía, pero trataba de convencerse de que eso no era posible pero...
Los celos de un alfa dominante son severamente incontrolables.
Sobre todo cuando en su interior ronda la posibilidad de que algún otro alfa esté tocando a su omega.
Iba a ir si o si, con el o no el permiso de su omega y si se entera de que lo está engañando...soltara a su animal salvaje y no lo detendrá así esté el presente.
