Jungkook abrió la puerta de su departamento, deshaciéndose poco a poco de sus accesorios: el cubrebocas, el gorro, el suéter y los zapatos, todo en busca de mayor comodidad. Un suspiro de cansancio escapó de sus labios mientras echaba un rápido vistazo a su teléfono para comprobar la hora.11:17 a.m.
Tenía ocho horas para descansar y comer antes de volver a su apretada agenda, pero... un joven pelirrubio seguía rondando por su mente. ¿Por qué no podía dejar de pensar en él? Justo en ese momento, su estómago rugió, recordándole que tenía hambre. Sin perder más tiempo, se dirigió a la cocina en busca de algo rápido pero satisfactorio. Quizás no tendría oportunidad de comer nuevamente hasta la noche, y sabía que su humor nunca era bueno cuando estaba con hambre.
Había pasado muchas veces horas, incluso días, sin comer adecuadamente, ya fuera por cumplir con su estricta agenda de prácticas de baile y canto o por seguir las absurdas dietas impuestas por su equipo de trabajo. Le decían: "A las chicas les gustan los cuerpos delgados y fuertes", pero Jungkook nunca las seguía al pie de la letra. Prefería simplemente hacer ejercicio. Las dietas eran algo que odiaba, y menos aún pensaba hacerlo solo para complacer a quienes lo seguían por su apariencia. Él era un artista, no un modelo... o al menos no todo el tiempo.
Con rapidez, se preparó lo que, para él, era la comida perfecta: un ramen instantáneo acompañado de agua casi congelada. No necesitaba más. Jungkook no era de complicarse la vida con lujos o exigencias innecesarias.
Tomó el primer bocado. *Delicioso*. En ese instante, sintió un placer casi divino en su boca. Pero justo entonces, un pensamiento fugaz cruzó su mente: ¿Qué estará comiendo Taehyung ahora?* Se detuvo un segundo, sorprendido por su propia curiosidad. ¿Acaso ese chico rubio también disfrutaría de algo tan simple como un ramen?*
La primera impresión que tuvo de Taehyung era la de un modelo mimado y arrogante. Claro, era atractivo, increíblemente atractivo, pero... ¿por qué estaba pensando en él de esa manera?
— ¿Qué mierda estoy pensando? — murmuró, molesto consigo mismo. Rápidamente intentó deshacerse de esos pensamientos y se enfocó de nuevo en su comida.
No soy gay, se repitió en su mente. No soy homosexual. Simplemente era capaz de apreciar la belleza ajena sin prejuicios. Eso era todo.
Jungkook suspiró nuevamente, echando un vistazo a su computadora. Quizás debería investigar un poco por su cuenta, pensó. Pero al instante apartó la mirada, negándose a hacer lo que su cuerpo impulsivamente deseaba. No podía caer en esa tentación. Sin embargo, ni diez segundos pasaron antes de que volviera a mirar el aparato. La curiosidad estaba ganando.
Jungkook no solía dejarse llevar por impulsos, y odiaba sentir que perdía el control. Pero ahora, lo estaba perdiendo. No solo sobre sus acciones, sino también sobre sus pensamientos.
Mordió su labio, rindiéndose finalmente. Apartó su plato de comida y tomó la computadora entre sus manos. Mientras la encendía, todavía se cuestionaba por qué estaba haciendo aquello. Aunque las preguntas en su mente ya no tenían peso; solo eran murmullos pasajeros mientras sus dedos tecleaban el nombre: Kim Taehyung.
Sin embargo, justo en ese momento, el sonido de su teléfono interrumpió sus pensamientos.
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Love on Stage | KookV
FanfictionTaehyung, un universitario común y corriente que se ve envuelto en el mundo de la fama por culpa de su mejor amigo. Poco a poco irá descubriendo lo rudo y difícil que es este mundo, amistades falsas, el peligro de ser famoso y los problemas mentales...