Love on Stage | KookV

Capítulo 5

El segundo día desde que conoció a Jungkook, ya había un artículo escrito sobre él.

Joven pelirrubio capta la atención de la prensa al asistir a una de las fiestas más exclusivas del país.

Taehyung no pudo seguir leyendo después de ver su propia imagen en la portada, caminando por la alfombra hacia el edificio donde se celebraba la fiesta dos noches atrás. No se reconocía en la foto, y una ola de vergüenza lo invadió.

El chico fue captado por cientos de paparazzis a la entrada del edificio. Aunque aparentemente llegó solo, lo que nos intriga es: ¿quién es este joven y por qué nadie en Corea sabe quién es?

No hay más imágenes de él, ya que no fue visto al salir.

Leyendo eso, Taehyung sintió que la ansiedad lo consumía. Cerró la computadora de golpe, tratando de despejar su mente mientras continuaba con su desayuno: un chocolate caliente y un cupcake. A pesar de sus gustos infantiles, así era feliz.

Perdido en sus pensamientos, Taehyung se sintió aliviado de que nada más comprometedor de la fiesta hubiera salido a la luz: la escena con aquel chico, el altercado con la desconocida que lo agredió, y sobre todo, cómo Jungkook había ido a ayudarlo. Le preocupaba que Jungkook hubiera salido afectado de alguna manera por todo aquello.

Suspiró profundamente. A las siete de la mañana, Hoseok le había enviado el artículo, y casi escupe su bebida al leer el titular. ¿Lo regañaría Jungkook por eso? No estaba seguro de por qué lo haría, pero sentía que había hecho algo mal, aunque no tenía sentido alguno recibir un regaño... o al menos, eso creía.

La curiosidad lo invadía ahora: ¿Jungkook también había pasado por situaciones similares? Seguramente sí. Siendo mundialmente famoso, debía lidiar con miles de artículos sobre él todos los días. ¿Cómo se sentiría? Taehyung no podía imaginarse en su lugar; la ansiedad lo devoraría.

Sus pensamientos se vieron interrumpidos por el sonido de su teléfono. Al revisar la pantalla, notó que el número no estaba registrado. Dudó por unos segundos, pero al final decidió contestar.

— ¿Diga...? —

— ¡¿Por qué tardas tanto en contestar?! —se escuchó la voz molesta y desesperada de una chica. Era Jennie, la misma que lo había buscado el día anterior.

— ¿Jennie? Lo siento, no tenía tu número guardado, y no suelo contestar a desconocidos —se disculpó Taehyung.

— Date prisa y guárdalo, ya estoy abajo y vamos tarde.

**"Vamos tarde"**. Esas palabras lo atormentaron. Lo último que quería era hacer enojar a Jungkook o causarle más problemas como los del día anterior. Rápidamente terminó su cupcake y se bebió el resto del chocolate antes de salir corriendo de su dormitorio, sin mirar atrás. Esperaba que su compañero de piso no se molestara por haber dejado todo en la mesa.

Al bajar, vio una camioneta similar a la del día anterior estacionada en la entrada. Dudoso, se acercó lentamente hasta que Jennie bajó la ventanilla.

— ¿Quieres darte prisa? Tenemos un día largo y nos estás retrasando.

Antes de subir, Taehyung se disculpó con varias reverencias. Al abrir la puerta y entrar, notó que Jungkook ya estaba sentado dentro, y la única opción era sentarse a su lado, ya que Jennie ocupaba el asiento de copiloto. Taehyung dudó por un segundo, pero no le quedaba otra opción.

Entró tímidamente y soltó un leve saludo mientras se abrochaba el cinturón de seguridad. Jungkook no dijo nada, ni siquiera lo miró.

— Diez minutos tarde, Kim.