capitulo 1

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Meses antes de la hora de la alegría...

Craftycorn, la hermosa y tímida unicornio de aquella guardería/orfanato, era reconocida por sus hermosos dibujos que adornaban todos los rincones, y por los niños y niñas que la seguían. A pesar de ser uno de los Smiling Critters menos "preferidos" por los menores, trabajaba con un pequeño grupo que ni siquiera llegaba a diez. Sin embargo, esto no molestaba a nuestra joven unicornio, más bien, se sentía aliviada de no estar rodeada de tanta gente, incluyendo a sus propios amigos, quienes podían ser muy intensos cuando planeaban hacer algo. Por lo tanto, siempre se encontraba en un aula de la escuela o en alguna parte del "vecindario", pintando sus obras de arte.

Su propósito en aquel lugar era ayudar y impulsar la creatividad de los niños, pero más allá de eso, no había más que hacer. Aveces ella se sentía tan inservible al ver que los demás no solo tenían un propósito, sino varios. Al ser ella solo uno de los personajes de ayuda, no tenía la oportunidad de demostrarlo. Sacudió su cabeza despacio, despejando sus pensamientos, y continuó pintando aquel paisaje que veía en los libros de la escuela, logrando así inspirarse. Algunos niños se acercaron y miraron con curiosidad lo que pintaba, pero segundos después se fueron a jugar otra vez. En ese momento, sonó aquel timbre de siempre que anunciaba la hora de cada una de las actividades; por ejemplo, ahora era hora de ir a la escuela. Su mirada se dirigió a cada uno de los niños, formando una fila dependiendo de su respectivo curso, y se adentraron en la escuela, lo que significaba que era la hora de descanso de los "muñecos", el nombre que les habían puesto los trabajadores de esa fábrica bastante extraña.

Ella guardó sus cosas y se dirigió hacia uno de los bancos, sentándose para poder comer su almuerzo y pensar en qué actividad les daría a los menores de edad. Mientras acomodaba sus cosas, escuchó los chillidos y gritos de los antes mencionados, lo que la hizo levantar la mirada y encontrarse con "Hogar Dulce Hogar", el territorio de uno de sus "amigos", si es que se le podía llamar así. No lo decía por mala, sino porque nunca pudo o podría tener una conversación con él más allá de un portazo en su cara, que era lo único que recibió de él cuando intentó acercarse. Soltó un suspiro para mirar sus manos, pero en ese momento sintió un peso en sus hombros y al ver hacia un lado se encontró con su líder, Dogday.

<hola crafty! Hoy es un día maravilloso no crees?> dijo con su típico tono alegre junto a ese brillo que el aportaba por todos lados.

<hola Dogday, si hoy es un maravilloso día jaja ¿como te va con los niños?> dijo en respuesta mirando al perro.

<Perfectamente como siempre> dijo con un poco de ego mientras ponía sus brazos atrás de su cabeza.

<Me alegro Dogday>

Contestó dando por terminada la pequeña charla así quedando los dos s callados pensando en lo suyo, la presencia del otro se les resultaba tan acogedora y segura que no sentían la necesidad de hablar, Crafty volvió a concentrarse en su comida así dándole un mordisco, había estado jugando toda la mañana con los menores que se le paso el desayuno, se encontraba hambrienta.

Al paso de los minutos escucho un suspiro de su acompañante de banco el cual miró de reojo, él se encontraba recostado en la banca con los ojos cerrados, notando lo cansado que se encontraba, todos se encontraban cansados no era fácil cuidar, jugar y observar a ciento de niños de diferentes edades y etapas, además, que no sólo eso, si no, también alimentarlos, cambiar ropa o pañales, solucionar conflictos, etc. Sin duda, era un trabajo muy difícil incluso para ellos, que fueron creados con ese propósito. Él perro se volvió a reincorporar en la banca y miró a su amiga para regalarle una sonrisa.

<¿Y si vamos con los demás? De seguro deben estar haciendo algo divertido> comentó otra vez con su tono alegre.

Por un momento ella dudó en aceptar haciendo que mirara a su alrededor en busca de algo para convertirlo en una excusa para no ir, pero pensó por unos segundo y al final asintió aceptando la propuesta del mayor ¿que podría pasar?, después de todo era pasar el tiempo con sus amigos. Sin hacer esperar más al contrario, los dos se levantaron yendo hacia la "cafeteria" donde la mayoría de los "muñecos" pasaban el descanso en ese lugar, la de pelo celeste terminó su comida, guardo su taper en su mochila que transportaba junto a todos sus pinceles y pinturas. A lo lejos ellos pudieron notar la presencia de dos de sus compañeros, Hoppy y Bubba, Hoppy era una de las más hiperactiva y deportiva de todos mientras que Bubba era tranquilo y estudioso, la relación con ellos era agradable y cómoda, gracias a su forma de ser.

Un fuerte suspiro salió de sus labios mientras veía como el unicornio y su supuesto "mejor amigo" se iban juntos, se encontraba molestó al verlos tan pegados ¿la razón? No lo sabía, fue un día para el otro que sintió la necesidad de tener a Crafty cerca suyo, pero nunca se animaba, más bien, nunca podía o encontraba un momento adecuado para acercarse a ella, sino estaba con los niños estaba junto a los demás, un fuerte llanto lo hizo desdirigir su mirada de la ventana y acercarse donde provenia el agudo ruido.

Uno de los bebés se había despertado al no sentir alguien a su lado, Catnap acercó su rostro y soltó su humo rojo haciendo que se volviera a dormir, así respetando su horario de la siesta. Se sentó como un gato educado mientras miraba al rededor de aquel cuarto para mantener todo controlado, por algo le llamaban el guardián de hogar dulce hogar, por un momento, la imagen de la hembra de color blanco  volvió a su mente e la imagino junto a él cuidando a los bebés, todo guardián se merecía a su guardiana.... ¿no?

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Buenas aca esta el capitulo 1
Perdón si hay uno o que otro error ortográfico.

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