Evolution [JINKOOK]

Capítulo tres

Kook se volvió aún más letal. Aún así, incluso para un androide

—Perdóname —dijo suavemente, retrocediendo un paso. Dios, ¿estaba triste? —He malinterpretado tu reacción física.

—No, no lo hiciste —dije rápidamente. Inclinó la cabeza y cerré los ojos y agité la cabeza—. Te estoy confundiendo, lo siento.

Se quedó quieto, esperando instrucciones o que yo me explicara.

A la espera.

—Kook, tenemos que hablar. —No me pareció bien estar de pie en mi habitación teniendo esta conversación—. Vamos a la sala de estar.

Guié el camino y me siguió. Realmente se movió como si fuera real. Era tan extraordinario, y sabía que algunas personas estaban asustadas por lo reales que eran los nuevos androides de Clase A, pero yo no. Me encantó.

Saqué una silla de la mesa del comedor.

—Por favor, siéntate.

Se sentó, y fue entonces cuando su forma androide se hizo evidente. Se sentó demasiado derecho para ser humano. La postura era perfecta; los pies juntos, las manos apoyadas en las rodillas, la espalda recta.

Me senté en la silla a su lado pero me giré para verlo, nuestras rodillas casi tocándose. Tenía una mano en la mesa, otra en el muslo. Este era mi espacio, y estaba cómodo aquí. Él era mi androide, así que no sólo era su custodio, sino que también era responsable de su aprendizaje y adaptación a mi mundo. Esta no iba a ser una conversación fácil para mí, pero era una que necesitábamos tener.

—No has malinterpretado nada —dije con toda la calma que pude, ignorando cómo mi corazón estaba tratando de salir de mi pecho—. Me siento físicamente atraído por ti.

Eso era verdad, no podía negarlo. Ser tecnosexual no era algo que había considerado hasta mi última discusión con Ian cuando me dijo que si quería a alguien que fuera silencioso y ordenado, que fuera absolutamente perfecto, debería salir con un robot. Dos años después, sus palabras eran más ciertas de lo que pensaba. No era la perfección lo que me atraía, era la organización y el orden.

Todo estaba en perfecto orden, un atributo de mi TOC que Ian no podía cumplir. Que ningún humano podría cumplir. Pero un androide podría.

—Fuiste diseñado para encajar completamente en mi vida. Físicamente, eres muy... —Dejé salir un suspiro inseguro y el calor se extendió por mis mejillas—. Eres muy guapo.

Kook inclinó su cabeza y lentamente levantó su mano para tocar ligeramente mi cara.

—Tus capilares se han expandido para permitir un mayor flujo sanguíneo, causando un torrente de color que mancha temporalmente tus mejillas.

Me reí.

—Sí.

—Me gusta.

Menos mal porque me sonrojé aún más. Hizo eso de la inclinación de la cabeza que me pareció totalmente adorable.

—¿Puedo hacerte unas preguntas?

—Sí, por supuesto. Puedes preguntarme cualquier cosa.

—Si te atraigo físicamente, ¿por qué no quieres tener relaciones sexuales conmigo?

Oh chico.

—Eres muy directo —admití, dándome tiempo para responder.

—¿Eso está mal?

—No. En absoluto. De hecho, lo prefiero a la hipocresía, y no quiero que te censures. —Le estudié un segundo, sus ojos curiosos, su nariz perfecta, sus labios besables... —Y aunque me gustaría disfrutar de ser físico contigo, creo que deberíamos salir primero.