Evolution [JINKOOK]

Capítulo siete

Kook tenía mi almuerzo listo mientras me vestía, aunque cuando se sentaba a la mesa conmigo, fruncía su frente, sus labios se fruncían de vez en cuando, y sus ojos se concentraban en algo que sólo él podía ver. Era muy obvio que estaba tratando de armar algo o tratando de encontrar la mejor manera de expresar algo.

Cuando terminé de comer, puse mi cuchillo y tenedor alineados en el centro del plato, doblé cuidadosamente mi servilleta y cubrí mi plato. Lo empujé directamente hacia afuera.

—¿Kook? ¿Hay algo que te gustaría decir? 

Me miró.

—No deseo molestarte.

—Puedo asegurarte que no eres una molestia —dije, tratando de consolarlo. ¿Era posible que me ocultara información? ¿O peor, mentir?—. ¿Kook?

—Antes estabas preocupado cuando leíste mi panel de control. ¿Pasaba algo malo? —Ahora era mi turno para ser honesto.

—No estoy seguro.

Su mirada se dirigió a la mía.

—¿Hay algo malo conmigo?

Tiré de mi silla para que nuestras rodillas se tocaran y tomé su mano.

—No. En todo caso, el manual de instrucciones o la información necesita ser actualizada, eso es todo. Tú —dije, inclinándome hacia delante y dándole un beso rápido—, eres perfecto, ¿recuerdas? En realidad, estoy bastante seguro de que si revisas el diccionario bajo la palabra 'pluperfecto', habrá una foto tuya.

Parpadeó y se detuvo.

—No, no la hay.

Oh Dios, literalmente acaba de revisar el diccionario. Me reí.

—Estaba bromeando, lo siento. Pero tal vez también deberían actualizar el diccionario. Debería haber una foto tuya bajo la palabra 'pluperfecto'.

Finalmente sonrió.

—¿Es eso un cumplido?

—Sí.

Me dio con el pulgar en el dorso de la mano.

—¿Has comido lo suficiente, o hay algo más que pueda hacer por ti?

—Ya he comido bastante, gracias.

Se levantó y tomó mi plato, pero antes de irse, se inclinó y me besó.

Esto era demasiado para nunca instigar un beso. Sonreí mientras lo veía entrar a la cocina.

—Así que —le dije, sabiendo que podía oírme—. Estaba pensando en enseñarte cómo usar el centro de operaciones para que puedas hacer pedidos o compras, si necesitas o quieres algo.

Apareció en la entrada, mirándome con una incierta y tímida sonrisa en su rostro.

—¿De verdad?

Me reí. Dios, era adorable.

—Sí, de verdad. Pero, por favor, recuerda lo que dije sobre la regla de nada de automóviles de lujo.

Sonrió.

—No Lamborghinis. Entendido.

Fui al armario cerca de la mesa del comedor. Era un lugar importante de la casa, así que era el lugar lógico para el centro de operaciones. Señalé el elegante disco negro en la parte superior del mueble.

—Este es el centro de operaciones de la casa. Cada casa tiene uno como éste, o uno similar —expliqué—. Puedo hacer la mayoría de las cosas que necesito desde aquí: órdenes de compra, termostato para la calefacción, órdenes de limpieza en seco, correo electrónico, llamadas telefónicas. Está completamente activado por voz, o puedes presionar este botón —presioné el botón de encendido y una pantalla holográfica se muestra encima de él. Le mostré dónde estaba el pedido—. Todas mis comidas están preparadas y las clasifico en semanas, de la una a la cuatro. El pedido de esta semana será la tercera semana. —Seleccioné mi pre-pedido estándar titulado Semana Tres, confirmado, y la cantidad de créditos se mostró en la pantalla. Lo confirmé de nuevo y ya estaba hecho.