Evolution [JINKOOK]

Capítulo Final

-¿ADÓNDE VAMOS? -Le pregunté al conductor. Sin respuesta.

-Estado de destino y autorización -exigí.

El androide finalmente respondió:

-Destino Rocklea Drive, Port Melbourne. Código de autorización SK.

¿Rocklea Drive? Murmuré, el miedo empezó a fluir por mis venas. Conocía esa dirección... Kook tomó mi mano.

-SATinc -dijo simplemente-. Autorización de Sasha Kingsley.

¿Cómo ha anulado la secuencia de mi conductor? Dios, no quería saber... Empecé a sentirme mal. Nos estaban secuestrando. Ellos lo sabían. Sabían que Kook era el prototipo, e iban a llevárselo. Y Dios sólo sabía lo que iban a hacer conmigo, pero lo que más me asustaba era lo que le iban a hacer a Kook.

-El mensaje de Jae era una advertencia, -dijo Kook en voz baja. -Dijo que lo sabían y que venían. Su amigo en Singapur tenía rastreadores remotos y descubrió que SATinc estaba observando su actividad en Internet porque estaba conectado a ti.

Dios mío, ¿Jae estaba bien?

-Tu ritmo cardíaco está elevado -dijo Kook frunciendo el ceño.

-Tengo miedo. -Le miré a los ojos y le apreté la mano-. Pase lo que pase, siempre te amaré, ¿vale?

Kook sonrió pero había tristeza en sus ojos.

-Y yo te amo. No estés triste, Jin. Esto no es el final. Recuerda que en Moby Dick, Ismael pensó que la escena final con la ballena era el final. Pero en realidad, fue su comienzo. Vivió para ver otro día, para tomar lo que aprendió de sí mismo y convertirse en lo que estaba destinado a ser.

Agité la cabeza. ¿De qué estaba hablando? ¿Cómo puede estar pensando en Moby Dick en un momento así?

-¿No tienes miedo?

-Sólo por ti. -Se inclinó y me besó-. No luches contra ellos. Debes obedecer.

Agité la cabeza y parpadeé para contener las lágrimas.

-¡Te van a llevar! Te van a quitar la parte de ti que te hace ser tú.

Sonrió y me puso la mano en la cara y me besó de nuevo.

-Sé valiente y sabes que te amo, Jin.

El coche circulaba por la parte trasera de las oficinas de SATinc, en un aparcamiento subterráneo, y todo estaba en la oscuridad y las sombras. La mano de Kook se apretó alrededor de la mía y supe que sentía miedo. Si podía sentir amor y alegría, entonces seguramente también podía sentir miedo. Estaba tratando de ser valiente.

El coche se ralentizó cerca de un conjunto de puertas donde había cuatro figuras altas y amenazantes.

-Kook, pase lo que pase -susurré-. No luches contra ellos tampoco. No te resistas ni luches. No quiero que te hagan daño.

Kook me sonrió, su rostro medio escondido en la oscuridad, medio iluminado por las luces fluorescentes del exterior del coche.

-Estaremos bien, Jin. Recuerda a Moby Dick.

Las puertas del coche se abrieron y los hombres de negro se pusieron de pie, esperando a que saliéramos. Parecían militares. Jesús.

Me bajé del coche, con las piernas como gelatina, tratando de no mirar al tipo de uniforme negro con aspecto militar. Kook salió por detrás de mí, pude sentirlo presionar contra mí. Lo estaba protegiendo de ellos, fueran quienes fueran. El militar de al lado empezó a cerrar la puerta del coche y no tuvimos más remedio que seguir adelante. Entonces Sasha Kingsley salió por las puertas tintadas.