CAPITULO 1: La muerte del rey Viserys I Targaryen

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año 129 después de la conquista de Aegon el Conquistador...

Después de una cálida cena con su familia el Rey Viserys Targaryen Primero de su nombre, fue a recostarse en sus aposentos donde murió a la media noche por causas naturales.

Su hija y heredera Rhaenyra había partido esa misma noche a Rocadragón junto con sus hijos y esposo, el príncipe Daemon Targaryen.

[...]

A unas horas del amanecer, los siervos de la fortaleza roja se habían despertado para realizar sus oficios como un día cualquiera.

Tallya una joven criada, se dirige a los aposentos del Rey, llevaba su desayuno, ya que era costumbre del rey despertar temprano, cuando llega a sus habitaciones; golpeó las puertas suavemente...

—Majestad, soy Tallya, ¿puedo pasar? —Preguntó

Al ver que no recibía respuesta alguna, volvió a tocar

—Majestad, ¿Puedo ingresar? —Preguntó

Tallya, se preocupó y abrió las puertas...

—¿Mi rey? — preguntaba mientras se dirige lentamente a la cama del Rey

Cuando quitó las cortinas de la cama, vio al rey muerto...inmediatamente soltó un grito de pánico, retrocedió bruscamente, perdió el control de sus manos y dejó caer los platos que llevaba, tapaba su boca mientras lloraba...

— La Reina — pensó al instante...Rápidamente salió de la habitación

[...]

Caminaba preocupada y apurada por los pasillos, sus pasos eran silenciosos, llegó a las habitaciones de la Reina Alicent Hightower

—Su majestad,¿ puedo pasar? — tartamudeo Tallya tocando las puertas

— Si, Adelante — Respondió la Reina

Ingresó rápidamente...

—Su majestad...—Había tropezado con algo

—¿Qué pasa Tallya? —Dijo Alicent mirándola confundida

—Ha ocurrido un hecho que le destrozara el corazón— susurró Tallya

la Reina no podía evitar sentir esa mala vibra en las palabras de la criada, la llenaban de nervios, presintió que algo malo había pasado, se levantó de su cama teniendo la certeza que iba a recibir terribles noticias

Pensó que se trataba de alguno de sus hijos...

—El Rey ha fallecido mi reina— sollozó Talla

Aquellas palabras le dieron un golpe en el corazón...

—Estás segura— susurró Alicent

—Asi es mi reina, lo he visto con mis propios ojos—respondió Tallya

La Reina suspiró profundamente y cayó al suelo, soltando sin parar lágrimas que eran imposibles de contener

—¿Qué haremos ahora mi reina?—Preguntó Tallya

Alicent se levantó, limpió sus lágrimas de su joven rostro, tomó las manos de Tallya

—CORONAREMOS AL VERDADERO Y UNICO REY DE LOS SIETE REINOS, AEGON MI HIJO—Dijo

Tallya no dijo ninguna palabra ante esto...

—El funeral de mi esposo debe esperar... debo actuar rápido—pensó Alicent

—¿Quién más sabe esto, Tallya —Alzó la voz nuevamente

—Yo, y otra criada majestad—respondió

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