CAPITULO 6: Caída de la Capital

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La Caída de Desembarco del Rey

Harrenhal

Pronto amanecería, Rhaenyra estaba lista para emprender el vuelo a la Capital. Tenía puesta su armadura con el estandarte de la Casa Targaryen que ella como Reina llevaba con orgullo. Su corona siempre la acompañaba y en este caso no sería la excepción. Se dirigió a las afueras del castillo en donde estaba su dragona Syrax lista para montar. A las afueras también se encontraban Daemon y Rhaenys esperando que Rhaenyra diera la orden de partir.

Rhaenys portaba una armadura al igual que Rhaenyra ambas tenían trenzas largas como era la costumbre de la Reina Visenya. Daemon portaba una armadura negra y tenía sus cabellos sueltos. Rhaenyra montó en su dragona y dio la orden de partir.

Los tres dragones partieron en la oscuridad

[...]

Desembarco del Rey

Las campanas de los septos sonaban por toda la ciudad, la plebe estaba siendo obligada a dirigirse a Pozo Dragón por la guardia de la ciudad. Grandes y Pequeños señores se encontraban en la capital para presenciar la Coronación de Aegon, la gran mayoría del Occidente y del Dominio; Lord Lannister y Lord Hightower asistieron mientras sus ejércitos aún venían en camino.

Aegon y Alicent iban de camino en un carruaje a Pozo Dragón; Aegon vestía con las vestiduras de su padre, poseía la espada Fuegoscuro y la daga de acero Valyrio de los antiguos reyes Targaryen. Caballeros los resguardaban mientras toda la capital era un caos con tanta gente dirigiéndose al mismo lugar. El estandarte tradicional de los Targaryen fue reemplazado por un Dragón Dorado en un campo de color Verde. Alicent acompañaba a su hijo en su trayecto; Aegon por su parte no la quería con él.

—Hijo, se que hemos estado separados, pero en unos momentos serás el Rey de los siete reinos el cual es tu derecho—dijo Alicent

—Mi padre nombró a mi hermana, madre lo que estoy haciendo es quitarle el derecho de nacimiento a mi hermana— le respondió Aegon

—Rhaenyra no puede sentarse en el trono, si lo hace Daemon la contraloría y tu y yo sabemos el odio que él tiene a nuestra familia; te aseguro que no dudará en matarte— exclamó Alicent

—Sabes bien que lo hago es traición madre y por esto una guerra se desencadenará— dijo Aegon

—El honor y la decencia prevalecerá tu eres el verdadero Rey los dioses te han de proteger— dijo Alicent

—Piensa en tus hijos y esposa; el riesgo que correran si Rhaenyra llega al poder con sus hijos ilegítimos—exclamó

Aegon quedó pensando y reflexionando las palabras de su madre y no emitió ningún otro sonido durante el recorrido. Aegon perdió la noción del tiempo hasta que el carruaje se detuvo.

—Es hora— le dijo Alicent mientras tomaba de sus manos y lo levantaba de su asiento.

Otto y toda la corte que se había traslado a Pozo Dragón esperaban la llegada de Aegon hasta que un guardia avisó que ya se encontraba allí.

La plebe estaba confundida y aterrorizada temiendo que un dragón apareciera

—Nuestro Rey Viserys el Pacifico ha muerto—grito Otto dejando a toda la plebe sin palabras

—Es una noticia triste para todos nosotros pero hoy, en este dia coronaremos a un nuevo rey— gritó Otto

La plebe quedó confundida ante estas palabras y una que otra vez se escuchaban susurros en contra de las palabras de Otto.

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