PROFE - KOOKMIN SHORTFIC [ARG] [TERMINADA]

siete

para takoobell, gracias x leer <3

¿cómo continúa todo? easy.

jimin cree que ese papito le gusta bastante.

habían pasado dos meses desde ese primer revolcón y un mes y tres semanas desde el segundo.

se quiere enojar consigo mismo y decir, che, no da, pero no podía.

usualmente, no solía ser así. orgulloso de decir que para entregar la rosca podían pasar MESES.

pero la cosa cambió cuando vino cierto hombre, que nada más le dió una vueltita el boliche y acto seguido procedió a darle como cajón que no cierra.

lo peor? estaba bien con eso.

si me dicen puto, tienen razón. pensó para sí mismo, mientras iba de camino a la casa del castaño.

— buenas tardes... —le sonrió, apoyado en el marco de la puerta.

— preparate unos mates mientras me ayudás a preparar los boletines y material didáctico. —respondió con una sonrisa.

se metió adentro de la casa con sus bolsas llenas de cartulinas y otras boludeces. jungkook solamente aceptó su destino.

— y hyukki? —preguntó.

— tiene fulbo. —dijo— es una hora, pero despué' de eso siempre se va a la casa de su amigo... corte viernes de pijamada y sábado de jugar en la zapla...

— es de mi grado? —preguntó.

— no, no. —negó— el crío de mi amigo tete...

— omg son como una tribu de papás luchones? —preguntó, sonriente.

— es gracioso pero sí. él también es papá luchón. cuando hyukki nació yo tenía diecisiete. —se rió— y él dieciocho. corríamos carreras. —se mordió el labio— aaaa y su jermu también lo dejó, por un remisero. y tampoco se hace cargo del nene.

— dame cinco, seis... siete, te diría yo. —la cara del rubio era un poema— ¿c-cuántos años tenés vos..?

— tengo veintitrés... voy a cumplir veinticuatro. 

— andate a la mierda. —le dijo.

— vos tenés veinticinco para veintiséis, son dos añitos gordo. —le guiñó el ojo— siempre me gustaron mayores así bien papuchos. —se encogió de hombros.

— qué hijo de puta. —le pegó en el hombro— y a todo esto, que hyukki no se cansa? lo mandás a todo...

— no, no lo hace. —se dejó caer en la silla— corte ni toda la tarea que le mandan ahí en la escuela alcanza... —negó— pero eso me mantiene en forma a mi también, como él tiene un cuete en el orto, yo le tengo que seguir la cuestión y acompañar. 

— s-se nota que te mantiene en forma. —dijo para sí mismo. tipo, ese abdomen de lavarropas como diría una vieja caliente, era la mismísima gloria.

— qué me decí'? —preguntó.

— nada, nada. —sonrió— hyukki sabe que nosotros nos vemos? —preguntó, medio tímido.

necesitaba la aprobación de un retoño de seis años? PERO POR SUPUESTO.

— sabe, se pone feli'. —sonrió— acá y con los abuelos se crió con mucho amor... le expliqué como me sentía acerca de su mamá... clarita la cuenta.

— ¿y las entiende? —preguntó sorprendido. o sea, era mucha info y bastante compleja.

— sí. él igual la extraña y eso pero lo vamos viendo... tiene la psicolocaaa... —se rió.

— psicoloca? —lo miró con una ceja levantada.

— de cariño... —explicó— como dice mi hyukki, re loco mal.

— son un caso... —se mordió el labio.

pero en fin, como que le estaba agarrando mucho cariño a ese caso.