Not so sure (JinTae) [+18] Finalizada

3. Miedo

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Había pasado una semana desde que Taehyung escuchó la conversación de su ahora ex novio con su amigo y el alfa ni siquiera buscó al omega para disculparse. De todas maneras, nada habría cambiado.

El daño ya estaba hecho y Taehyung no lo perdonaría ni aunque se arrodillara delante de él. Porque si algo tenía el omega era orgullo y dignidad de sobra y si flaqueaba ahí estaba su mejor amigo Jimin para darle un zape y recordarle cuánto valía.

Pero eso no significaba que no doliera lo que le había ocurrido y necesitaba sacarlo de su sistema, especialmente con la carrera de pedagogía que ambos amigos estudiaban, así que en eso estaban. El par de omegas habían ido a un karaoke para descargar sus penas entre canciones de desamor y letras de desilusión.

--...Alimaña, culebra ponzoñosa, deshecho de la vida, te odio y te desprecio... --medio gritaba Jimin con exageración.

--Rata de dos patas, te estoy hablando a ti. Porque un bicho rastrero, aún siendo el más maldito, comparado contigo, se queda muy chiquitooo --coreaban al unísono.

Ya llevaban un par de horas ahí, cantando y gritando canciones, tratando de liberar tensiones y parte de la rabia que ambos compartían por la injusta situación del omega de cabellos azules, aunque el rubio también tenía la propia.

--TE ODIO, KIM NAMJOON. ¡JÓDETE! --gritaba el ex novio a través del micrófono mientras Jimin aplaudía alentando a su amigo.

--TE ODIO, LEE TAEMIN. ME GHOSTEASTE DESPUÉS DE QUE TE LA CHUPÉ. ADEMÁS LA TIENES CHIQUITA. ¡PÚDRETE, HIJO DE PUTA! --confesaba a través del micrófono el rubio, mientras su amigo se partía de la risa.

Una vez desahogados y casi afónicos de tanto cantar y gritar, decidían irse a casa, ya había oscurecido y además estaba lloviendo.

A Taehyung las horas junto a Jimin siempre se le hacían pocas y esta vez no fue la excepción y se había pasado tan rápido la hora que cuando vio que eran las 10:44 de la noche sintió terror.

Sabía que Cho lo estaría esperando, puesto que era miércoles, día de semana y para esa hora el peliazul ya debía estar en cama.

Le daba una mirada asustada al rubio quién comprendía enseguida y decidía pagar un taxi para que lo dejara en su casa lo más rápido posible. Lamentablemente, Jimin vivía cerca de donde estaban y Taehyung debía enfrentar la situación él solo.

Con manos temblorosas le pagaba al chofer y botando todo el aire de sus pulmones entraba a su casa.

Tan solo al abrir la puerta logró olfatear al alfa. El lugar estaba impregnado a vino tinto, su aroma, y sabía que Cho estaba molesto no más al cerrar la puerta tras él.