Not so sure (JinTae) [+18] Finalizada

28. Dolor

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Lo veo alejarse.
Cayéndome,
Lloro y grito tu nombre
Y de nuevo la lluvia cae
Junto conmigo

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Qué irónica era la vida, casi como un bufón, haciendo reír a unos a costa del dolor de otros. Pero la sensación de déjà vu no abandonaba la mente de Taehyung.

Ya había estado en ese lugar antes, mojado de pies a cabeza, temblando de frío. Y ahora era todo casi igual. Estaba lloviendo, él estaba empapado y con el corazón roto, igualito a esa ocasión ¿la diferencia? esta vez Seokjin no vendría a su rescate. Sintió una punzada de dolor en su cuello, justo donde Jin había mordido y su lobo aulló al borde de la agonía. Su alfa lo había rechazado.

Tomó su teléfono y con un dolor abrumante bloqueaba el contacto del alfa, para luego discar el número de su mejor amigo. Sabía que si no lo hacía, el alfa lo acosaría... todos los alfas lo hacían, todos eran iguales.

--TaeTae, bebé-

--J-Jimm... Jimin... hip. Por f-favor...

--¡Taehyung, ¿qué ocurre?!

--MM-Minnie, v-ven a hip ven a b-buscarme...

--¿Dónde estás? ¿Dónde está Seokjin? ¿Estás herido? Dame con Jin...

--¡NO! N-no. No lo llam-mes. Bloquéalo. V-ven... S-solo ven hip por mí.

--Envíame tú ubicación, estaré ahí en menos de 10 minutos. ¡JEON! --gritaba a su alfa antes de colgar.

Park llegaba al lugar en menos de 10 minutos, en tanto Taehyung lo esperaba aún mojándose en la lluvia.

--¡Taehyung! Bebé, ¿Te hicieron daño? ¿Estás herido? --corría Jimin hasta encontrarlo.

--El... El daño no es físico. S-solo llévame a casa, no quiero estar aquí. --explicaba a duras penas el azabache.

Rápidamente, el pelirrosa lo tomaba por la cintura, llevándolo hasta el auto y lo metía a los asientos traseros. Jungkook encendía el auto. A los 5 minutos ya estaban fuera de su casa. El azabache corría hacia la puerta desesperado, buscaba las llaves, pero no había tiempo, no alcanzaba a llegar al baño, así que entre unos matorrales vomitaba de manera violenta. Aferrando una de sus manos a su estómago.

--¡Tae! --Jimin corría a sobar la espalda de su amigo. Quien hacía arcadas, pero ya no había nada más que devolver.

Jimin tomaba el bolso de su amigo y buscaba con rapidez las llaves.

--¡Kook! Sostén a Tae, por favor. --pedía Jimin, a la vez que abría la puerta.

El alfa tomaba al débil omega en sus brazos y lo llevaba a su habitación.