|• EP 32 •|

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Jungkook no entendía nada, para ese punto de la noche la racionalidad había abandonado por completo su cuerpo, sentía el calor del alcohol aglomerarse en sus mejillas, juraría sentirlo correr a través de sus venas. Y es que había tomado durante horas sin percatarse de ello.

Después de que a Jimin se le quitara el malhumor del día, a sus amigos no podría haberseles ocurrido una mejor idea que juntarse de manera improvisada en la casa de Hoseok, que accedió bajo los términos de "tomar moderadamente", pues al ser todavía menores de edad, él no quería hacerse cargo de daños futuros en caso de algún incidente repentino.

Jimin condujo con suma tranquilidad, escuchando la bella voz de Jungkook al cantar canciones aleatorias que reproducían.

Nunca hubiera imaginado que ahora tenía que vigilar que 7 simios se mantuvieran con vida después de haber tomado cantidades, galones de alcohol entre risas y juegos estupidos sacados de una lista de secundaria del año 2010 mientras escuchan "despacito" y cantan como si estuviesen en la primer fila de un concierto.

Quiere pegarse un corchazo cuando siente el abrazo 38 que Seokjin le da mientras repite una y otra vez "Minnie vas a ser padre antes que yo, ya no me siento tan viejo sabés". Es Namjoon quién decide ser el mesías de la noche y, entre tropezones y palabras más arrastradas que tanga rápida, carga a seokjin sobre su hombro para dirigirlo cual bolsa de papas hacia la habitación mas cercana.

Por primera vez Jimin agradeció la enorme magestuosidad que Hoseok decidió construir por casa.

—Mierda Jungkook, dijiste que ibas a moderar tu forma de tomar.

—Dije que iba a pensarlo.

El alto chico sonríe, dejando caer su cuerpo sin ánimos sobre la cama de una habitación de huéspedes, el adulto rodó los ojos, terminando de ingresar a la habitación para después cerrar la puerta tras suyo.

—¿Enserio? ¿Y llegaste a pensarlo?

La ironía no fue disimulada, pero tuvo que admitir que la mirada perdida y los ojos grandes de Jungkook lograron hacer que sintiera ternura al verlo, sonrió negando, el adolescente estaba hecho un desastre, pero no podía negar que aún así lucía espléndido y atractivo.

—No... ¿O si?

—Mejor no te esfuerces, quedáte acostado y no te muevas. Dios, la baranda a alcohol que largas.

—Tengo que bañarme...

—Son las 4 a.m Jungkook, mañana te bañás.

Entre suspiros se encargaba de quitar las botas de Jungkook, suspiró cuando volvió a enderezarse, últimamente sentía el pequeño peso extra de su vientre más prominente.

Rodeó la cama con lentitud, su mirada estaba puesta en el desastre de las ropas del jóven chico, no dejaba de negar, simplemente era sorprendente cómo pasaron de la sobriedad a la ebriedad tan rápidamente. Había creído que al verlo ahí, sentado mientras tomaba un jugo de frutas natural, ellos decidirían controlarse un poco más.

—Quiero que duermas conmigo, Jiminie. No vas a dormir conmigo si huelo a alcohol, necesito bañarme.

—Buen punto, no voy a hacerlo.

—Me urge bañarme.

Se sentó, casi tambaleándose sobre la cama, y sonrió como quién tiene la mejor idea, antes de ponerse de pie y sostenerse de la pared para llegar intacto al baño, o cerca, porque Jimin tuvo que ayudarlo a ingresar para evitar accidentes fatales.

—Jungkook, te vas a pegar un re palo y yo me voy a reír, lo prometo.

—Que valga la pena, ¿No?

Y si, solo bastaron un par de minutos del chico sólo en el baño, para después escuchar desde el otro lado de la puerta el fuerte estruendo de una evidente caída. El mayor suspiró pesadamente, pensando seriamente en pegarse ese anciado corchazo.

¡¿Embarazado?! [KM AU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora