|♡ EP 40 ♡|

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¿Por cuanto tiempo había pensado Jungkook en este momento? ¿Por cuánto tiempo había tenido miedo de encontrarse en esta justa situación? No se equivoquen, está ansioso, lo que más desea es conocer al bebé que tanto aprendió a amar, al bebé que lo unió con quien ahora considera el amor de su vida.

Pero eso no le impide tener miedo, porque es su primera vez. Está temblando, pasa al quirófano con los nervios de punta. Sabe que no es normal, porque un bebé no debería nacer a los 7 meses de gestación. Y tiene miedo, no por él, sino por quienes sufrirán el parto., sino por Jimin.

Aunque estuvo sufriendo durante el camino, aunque la dilatación le estaba haciendo mierda por dentro, Jimin se mantenía fuerte, pidiendo una y otra vez que el bebé esté bien, que nada le pase, que nazca tan sano como el resto. Lloró por eso, lloró mientras gemía del dolor, mientras sostenía su prominente barriga y sustraía de su débil cuerpo la fuerza necesaria para continuar el rumbo del viaje hasta el hospital.

Jungkook lo ve ahora, más tranquilo, anestesiado a la espera del bebé que tanto cuidaron entre ambos. Nota como lo sigue con la mirada vaga al acercarse y sonríe. Y se encuentra a sí mismo sonriendo igual, admirando infinitamente la fuerza que está teniendo, porque está seguro de que si él estuviese en su lugar, no habría soportado un solo segundo.

—Todo va a estar bien, te lo prometo, Jimin-ssi... Te amo.

Aunque Jimin no puede hablar, puede escuchar, y asiente confiando en sus palabras. Las lágrimas son obvias en sus mejillas y la enfermera lo mira enternecida. El quirófano es sofocado por un silencio casi sordo, de no ser por el trabajo de la máquina que pita constantemente, siguiendo el ritmo constante de los latidos de Jimin.

Y no lo soporta, aparta inmediatamente la vista cuando el visturí se hace paso a través del vientre bajo del embarazado. Lo sabe, un hombre no puede tener un parto natural, mucho menos a los escazos 7 meses; pero le da impresión, porque contra todo pronóstico, le gustaría evitar esa intromisión en la piel de su pareja.

No bastan muchos minutos, son profesionales, saben perfectamente lo que hacen. Es por eso, o tal vez porque ya lo esperaba llegar, que en la brevedad sus canales auditivos son bendecidos por el fuerte llanto de un minúsculo cuerpo, que ahora se mueve impaciente, respirando sonoro y gritando agudamente. Jungkook lo ve, y se enamora inmediatamente, porque es su hijo, el hijo del hombre que ama, es su propia sangre, fusionada con la de quien ahora se convirtió en su vida entera.

La enfermera no demora, le entrega la tijera, el fijo es de otro planeta, puede ver el brillo de esas hojas afiladas, le generan escalofríos. Inspira hondo, y abre los ojos, coloca la tijera donde ella le indica, y sus latidos se detienen justo cuando hace contacto con la piel corrugada del cordón, y en camara lenta, esta se desprende del bebé y Jimin tan pronto como cierra el filo.

—Es un baroncito, es hermoso.

Dice ella, la enfermera. Lo toma ahora con delicadeza, para envolverlo en una manta azul, del mismo color de su atuendo descartable; casi al instante lo siente en sus brazos, la enfermera le sonríe, y le permite unos minutos con su bebé en brazos, ni siquiera le importa el hecho de que la sangre le empañe los brazos.

Jimin, que mira de reojo, bajo el efecto de la anestesia vívida, sonríe ante la perfecta imagen de su pareja y su hijo, el sudor baña por completo su cuerpo y rostro, está tan exhausto que apenas puede mantener los párpados abiertos, y, antes de dejarse llevar, alza una mano hacia la de jungkook.

—Es hermoso Jimin, tiene tu nariz de botón, mi amor.

—Mi... Minjae...

Murmura bajo, pero legible, y jungkook sonríe, porque ese es el nombre que ambos eligieron un día al azar, convinando sus propios nombres.

Las lágrimas no lo abandonan, es más, se hacen paso en sus ojos como si ubiesen querido ceder hace mucho tiempo, y nuevamente Jimin sonríe, feliz. Era la imagen de la familia perfecta, la enfermera estaba feliz, no era común, ese tipo de parejas solo se daban 15 veces por año. Y todo iba esplendido, antes de que los pitidos en el monitor lector se apresuraran, y todo para Jungkook, el joven padre primerizo, marchara en una velocidad mucho más lenta, como si todo corriera en camara lenta.

El hecho de que lo sacaran del quirofano rápidamente, sin la posibilidad de objetar, el hecho de que le hallan quitado a Minjae de los brazos. Se desesperó, pidiendo que lo dejen pasar, que algo tenía que estar mal, pidió ver a Jimin, estaba desesperado, de rodillas sobre el suelo mientras se miraba los brazos ensangrentados, que anteriormente habían cargado a Minjae.

Eso fue lo que vieron todos cuando llegaron.

Seokjin finalmente dejó escapar el revoltijo en su estómago, el pánico lo obligó, y Namjoon llamó a la enfermera para ayudarlo. Yoongi se largó a llorar sin necesidad de que le expliquen nada, siendo inmediatamente consolado por Jiho. La señora y el señor Jeon corrieron a socorrer a su hijo. Taehyung iperventiló como nunca antes, y a su lado Hoseok entró en un estado de shock, deseando que su hermano menor estuviese bien a toda costa.

—Por favor, déjenme ver a mi Jimin-ssi.

—Jungkook, hijo, paráte por favor. Él es fuerte, va a estar bien.

Repetía el señor Jeon, envuelto en lágrimas de cocodrilo, cuando hace tan solo unas horas reía a carcajadas con su mujer mientras tomaban una copa de vino.

—Hijo miráme—Sentenció la señora Jeon, obligando la vista de su hijo—. Jimin es fuerte, ¿Sabés? Él es mucho más fuerte que yo cuando estuve a punto de tenerte. Enserio, cuando menos lo imagines, este solo va a ser un mal recuerdo, y vos, y el bebé, y Jimin van a estar viviendo felices en algún lugar de Corea, o quien sabe, del mundo.

—Quiero verlo mamá, quiero que esté bien. Él es todo para mi.

—Y va a seguir siéndolo, hijo, por favor haceme caso, Vení sentate mi amor.

El ambiente era tenso, la felicidad se había convertido en una meta lejana, todos, incluyendo la enfermera que ahora trabajaba exhaustivamente dentro del quirófano, esperaban con ansias y desespero la pronta recuperación de Park Jimin.

Porque Minaje necesitaba a su padre, porque Jungkook necesitaba al amor de su vida, porque sus amigos necesitaban la histeria de Jimin, que casi siempre les arranca una carcajada involuntaria.

Jimin.

Jimin.

Jimin.

Todo era Jimin en sus mentes ahora.

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Tenía escrito este borrador desde que empecé la historia, dios, no sé qué pasaba por mi cabeza, pero sufran muchachos y muchachas, sufran! Ndeah!

5/5

Tkm💜

¡¿Embarazado?! [KM AU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora