CAPÍTULO 01
Dangos
Mebuki observó con un suspiro cómo el niño de cabellos dorados revoloteaba alrededor de su hija, como una polilla nocturna atraído por la luz. No era una situación que le agradece del todo, sin embargo, como madre primeriza pronto comprendió que era inútil intentar restringir a Sakura; ella no era una niña común. Por ello, optó por guiar sus ideales y procurar su felicidad durante su niñez.Para ella, resultaba más estresante y preocupante la incapacidad de su entorno para comprender la delicada situación de su hija, quien había nacido con una fragilidad mental notable, plagada de pensamientos profundos y sombríos impropios de su edad. Su esposo personificaba la ignorancia y la indiferencia, sus amigas lo atribuían a la juventud, y los "especialistas" restaban importancia al caso, debido a que aún era una niña sin relevancia para Konoha.
No le quedaba más remedio que protegerla dentro de sus posibilidades. La Haruno era consciente de que el joven Uzumaki podría acarrear problemas, pero también había notado el brillo especial en los ojos de su pequeña al hablarle por primera vez de su nuevo amigo. Ahora, viéndolos jugar juntos frente al patio de su casa, pudo confirmar que Naruto permitía que Sakura se comportara y se sintiera como cualquier otra niña, algo que, hasta entonces, había parecido un sueño lejano.
—¡Mamá! —La voz de Sakura resonó, interrumpiendo el tranquilo murmullo de la tarde. Mebuki, sacada de sus pensamientos, levantó la vista para encontrarse con dos pares de ojos que la observaban con expectante fijación.
—Dime, hija —respondió con una sonrisa, suavizando su expresión mientras se inclinaba hacia adelante.
—¿Podemos salir un rato? —la voz de Sakura era dulce, casi melódica, mientras desplegaba su táctica más efectiva: los ojos de cachorrito mojado, brillantes y suplicantes—. Quiero llevar a Naruto-kun a comer dangos —explicó, su voz se elevó ligeramente al mencionar el nombre de su amigo, revelando la emoción detrás de su petición.
Mebuki, con una ceja arqueada, dirigió su mirada hacia el joven Uzumaki. Naruto, sintiendo el peso de esos ojos verdes, se puso nervioso. Sus miradas se encontraron, y en ese instante, bajó la cabeza, su rubio cabello cayendo como una cortina de timidez. Temió caerle mal a la madre de su amiga por la petición.
La Haruno mayor permaneció en silencio por un momento, su mirada escudriñando los rostros de ambos niños. Finalmente, con una voz que llevaba un eco de duda, concedió:
—Bien, pueden ir a por dangos, pero solo si Naruto promete comportarse —su tono era firme, pero no severo.
Sakura, aliviada y emocionada, se giró hacia Naruto, cuyos ojos azules se habían abierto de par en par ante la condición impuesta. Con una determinación que parecía demasiado grande para su pequeño cuerpo, asintió vigorosamente.
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Inefable | Narusaku
Fanfiction"━Tu fuiste la primera en tenderme la mano, pero fui yo quien se aferró a tí." Inefable | En la aldea oculta de la hoja, Konoha, dos niños cruzaron sus destinos de forma casual sin saber que sus hilos se entrelazarían. Sakura provenía de una familia...