El nacimiento

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Han pasado cinco meses desde que Yugi llegase al palacio de Egipto. Durante este periodo de tiempo se dedico a cuidarse, conocer a los miembros del castillo y memorizar los sectores del lugar. Además su relación con Atem ha pasado de amigos con ventaja a esposos y duermen en la misma cama todas las noches.

Aquella madrugada, el ojiamatsita comenzó a sentir un fuerte dolor en su vientre, lo cual provocó que se despeetra, pone su mano sobre aquel lugar pensando que así lograría calmar el dolor pero no resultó, así que no le quedó más remedio que despertar a su pareja.

- ¿Qué ocurre? - confundido.

- El bebé ya viene.

- Oh por Ra - se para rápidamente.

Atem sale de habitación, va a buscar a Isis, Mana y Mahad. Una vez se junta con los tres, van todos al cuarto del faraón. Después que llegan allí, dejan a los dos varones afuera y solo entran las chicas atender el parto.

Dentro del dormitorio, la maga alista todo lo necesario, mientras que la chilla del collar del milenio, se pone en posición para recibir al bebé.

- Muy bien, alteza a la cuenta de tres, puje - ordena- uno, dos, tres.

- puja.

- Bien, respire y vuelca a pujar.

- lo hace-

- Veo la cabeza, una vez más y con todas sus fuerzas.

- Ahhh.

Isis saca al niño, le corta el cordón, le abre la boca, le da una nalgada y se lo pasa a Mana para que lo limpio y arrope con una manta para después dejarlo en brazos de su madre.

Luego de ello, las dos chicas salen, dejando entrar al faraón, quien va rápidamente al lado de su familia.

- Es un niño - dice Yugi.

- Es hermoso- emocionado con lágrimas en los ojos.

- sonríe- Si, que lo es, pienso llamarlo Ateyu ¿Te gusta?

- Me encanta- se limpia sus lágrimas, le da un beso en la frente al niño- Bienvenido al mundo, Atyu.

Yugi, solo sonríe.

Fin

El Secreto de Yugi Donde viven las historias. Descúbrelo ahora