~ONE SHOT~ •Ackerman's Car. | LEVI ACKERMAN Y TÚ. (Español, TERMINADA).

III. No digas tonterías... 🫨

— Bien.— fingí no haberme sentido nerviosa ante semejante escena. — Allá está el local japonés.— dije caminando en esa dirección; entre risas por parte de él, nos acercamos al restaurán y esperamos a que nos asignaran una mesa... — No puedo creer que de verdad desayunes pizza todas las mañanas y aún lograr verte así de bien.— de inmediato me reprendí mentalmente, sé que es un simple comentario, pero... esto es delatarse directamente, así sin más.

— ¿De verdad lo crees?— dijo con voz juguetona... en verdad odio cuando toma ventaja de esto, sabe que me pone nerviosa, y se aprovecha de ello. — ¿Crees que soy sexy?— dijo mofándose, aunque... nadie puede negarlo...

— ¿De qué rayos estás hablando?— reí un poco — Sólo digo que si sigues haciéndolo, no tardarás en ponerte gordo y feo.—

— Mmmm, puede que me ponga gordo, pero feo, jamás.— sonrió seductoramente.

Amo la confianza que se tiene, y es que sí, él lo tiene todo, es un hombre muy completo.
Gracias al cielo que no tardaron en asignarnos una mesa.

—•• Por aquí por favor.— un chico lindo que al parecer era quien nos iba a estar atendiendo, nos dirigió a la mesa a Levi y a mí.... —••Bienvenidos, tomen asiento, en un momento estoy con ustedes.— dijo sonriente y se fue; yo lo miré con detenimiento y Levi se dio cuenta.

— ¿Te gustó, verdad?— dijo mientras tomaba asiento.

— No digas tonterías.— me senté enfrente de él.

— Te conozco, y esa mirada es de que quieres llevártelo a la cama.—

— ¡Estás loco!, yo no soy como tú, no caigo tan bajo.— le reproché.

— Auch!— dijo frunciendo un poco su nariz.

— Para ti cualquier hoyo es trinchera, lo que tenga piernas y senos, ahí vas.—

— Qué fina me saliste.— dijo mientras acomodaba la servilleta de tela sobre su regazo.— ¿Qué tiene de malo divertirse un poco y saber apreciar la belleza de otras mujeres?— me miró alzando una ceja.

— Iugh, no quiero ni imaginar con cuántas has estado.—

— Dices eso porque no te has dado la oportunidad de experimentar cosas nuevas.— rodeé los ojos mientras negaba con la cabeza. — Te apuesto lo que quieras a que te trabas cuando le pidas tu orden.— dijo en tono burlón.

— Cállate.— dije intentando golpear su pierna con la punta de mi pie, por debajo de la mesa.

— Ahí viene.— dijo disimulando viendo el menú que había sobre la mesa.

Carajo, yo ni siquiera he revisado...