𝐭𝐞 𝐩𝐚𝐫𝐞𝐜𝐞𝐬 𝐭𝐚𝐧𝐭𝐨 𝐚 𝐞́𝐥 2-3

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Jorge se encontraba frente a la casa de su mejor amigo, no sabía cómo iniciar la conversación ni siquiera tenía la confianza de Claudia, nunca había cruzado palabras que no fuera más allá de el típico saludo; toca la puerta esperando a que ella no abriera.

La súplicas de Jorge fueron en vano pues, ella abrió la puerta, tenía a su bebé en brazos.

— Hola... que sorpresa.— fue lo único que dijo la chica, no sabía que iba llegar gente y su esposo no estaba.

— Hola, Claudia.— saluda este incómodo, realmente no sabía cómo cambiar ese ambiente extraño.

— Claudio salió un momento.— dice ella cortando con el silencio.— Si quieres, puedes esperarlo en el sofá.

Él asintió y entró a la casa con demasiada inseguridad, sentía que estaba invadiendo algo privado.

La casa estaba ordenada, aunque había uno que otro juguete tirado, Jorge se dio cuenta que ese hogar olía a Claudio; no sabía si era el perfume fuerte que usaba él o el ambientador pero se sentía muy cálido ahí. Se sienta en el sofá pensando en cómo iniciar la conversación, tenía una botella de vino en la mano pero cayó en cuenta que Claudia estaba dando de lactar, no podía tomar alcohol.

Después de unos minutos llega ella sola, había dejado al bebé en la cuna totalmente dormido.

— Claudio no me avisó que iban a tener ensayo hoy.— dice ella mientras se sienta en el sofá frente a él.

Jorge titubea un poco en que decir, quería desmentirlo pero significaría explicar el porqué está aquí y eso no era muy grato que digamos.

— Ehh si, solo vine a recogerlo.— murmura.

Claudia se sintió un poco mal, no quería tratar a  Jorge de forma indiferente, era el mejor amigo de su esposo y no quería causar mala imagen.

Así que empezó a hablar de cosas triviales, preguntando en cómo fue su día, si hizo algo y contando una que otra anécdota, aliviando un poco ese ambiente incómodo que se generó.

Jorge se sentía aliviado cuando empezó a conversar con Claudia, le contaba anécdotas de Claudio cuando estaba en liceo y del grupo en general;  esto a ella le interesó un poco ya que no sabia mucho sobre el pasado de su esposo.

Las conversaciones que tenían giraban entorno a Claudio, esto ellos no se dieron cuenta pero cada uno supieron de las facetas diferentes que tenía este. Jorge no conocía al Claudio que es papá y esposo, ese que se pone triste cuando el  bebé está dormido  entonces no puede darle cariños, el esposo que hacía hasta lo imposible para ayudar a su esposa en la casa.

Por otro lado, Claudia no conocía la faceta de un Claudio amistoso, ese que logra alegrar al grupo con sus bromas tontas, cuando anima asu mejor amigo creando cómics o imitando al artista favorito de Jorge solo para que no se ponga triste.

Pasaron casi toda la tarde conversando sobre él, aunque la charla fue interrumpida tras la llegada de Claudio.

Este se sorprendió al ver a su amigo, saluda primero a su esposa con el típico beso en los labios; Jorge tuvo que mirar a otro lado fingiendo que no le dolía ver esa imagen. Después de eso Claudia se retira para hacer las cosas, dejando solo a Jorge y Claudio.

—  ¿A qué hora llegaste?— le pregunta Claudio, mientras se sienta a lado de él.

— Hace un par horas por lo menos.— responde Jorge vagamente.

Claudio asiente ante esa información, no quería indagar más ya que él propuso que llegara a su casa para arreglar algunas cosas. Luego de eso su amigo le da el vino que trajo, este se levanta para abrir la botella y tomar juntos.

Para Jorge tener un tiempo a solas con Claudio era como un regalo, después de que su mejor amigo se casara, el momento entre ellos se esfumó, no habían salidas ni charlas nocturnas; así que este momento para él era demasiado valioso.

Estuvieron conversando por muchas horas entre risas e ideas nuevas, Jorge sintió que a su lado el tiempo pasaba rápido, lamentablemente era momento de irse ya que la noche se estaba asomando.

Claudia se despide de él diciéndole que puede visitar la casa en cualquier momento, este le dice que haría lo posible para visitarla un fin de semana.

— Ahora regreso amor, voy acompañar a Jorge.— fue lo que dijo Claudio, despidiéndose con un beso.

Estando afuera Claudio invita a su amigo a un lugar donde conversar más, Jorge acepta con gusto y así fue como empezó la rutina.

Jorge llegaba a la casa de Claudia, conversaban de cosas triviales hasta que llegara su mejor amigo y ambos salían para conversar, dentro de esas conversaciones recordaban los momentos que habían vivido ambos, recuerdos que para Claudio eran bonitos pero para Jorge eran momentos hermosamente dolorosas.

— Me pregunto ¿Qué hubiera pasado si nosotros hubiéramos seguido juntos?— murmura el guitarrista, a veces cuando tenía ciertos problemas con su pareja surgía esa duda, ¿Qué clase de problemas tendría con Jorge? ¿Dormiría en la casa de sus padres cada que pelearan?

Estaban en la casa de Jorge, sentados en un sofá, en la mesita habitaba tres botellas de vino, indicando el largo tiempo que estuvieron ahí.

— Caeríamos en una triste rutina... supongo.— contesta Jorge susurrando.

Para él no había el "que hubiera", era más de la frase "las cosas pasan para algo" que hasta cierto punto le funcionaba pero había otra cosa más y era que si él se aferraba al "que hubiera" nunca podría superar el pasado que tuvo con Claudio.

El guitarrista lo mira triste y melancólico, la vida aveces no era como uno lo planea, cree que cumpliendo sus metas ya tendría el mundo a sus pies pero lamentablemente no era así; lo sabía perfectamente muy en el fondo de su alma, pero su corazón nunca le hizo caso y ahora está ahí deseando revivir un pasado que ya está enterrado. Jorge incómodo cambia de tema borrando todo sus impulsos estúpidos.

Así pasaron las horas y Claudio decidió quedarse a dormir en la casa de su amigo, no era una sorpresa ya habían muchos días donde se quedaba a descansar ahí, Jorge le daba su cama mientras que él dormía en el sofá.

En el sofá Jorge no podía reconciliar el sueño, tenía tantas cosas que pensar, no tuvo de otra que levantarse para poder escribir algunas canciones pero este acto se vió interrumpido por una llamada telefónica.

— ¿Aló? — decía arrastrando las palabras, pues se encontraba algo mareado.

— Hola Jorge. — se escucha la voz femenina del otro lado del teléfono reconocía esa suave voz era la de Claudia.

¿Por qué lo estaba llamando a estas horas?

(+) La última parte es la más interesante créanme porfavor /les ruega

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(+) La última parte es la más interesante créanme porfavor /les ruega.

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