Había pasado un mes desde aquella noticia. Estaban planeando casarse lo más rápido posible, ya que la familia de Jaqueline no quería que se le notara el embarazo. Jorge estaba acostado en su habitación, mirando distraídamente un viejo póster en la pared, mientras de fondo se escuchaban algunas baladas. Reflexionó sobre en qué momento había cambiado tanto su vida. Mañana estaría oficialmente casado y el miedo invadía todo su ser.
No tenía la fuerza para cargar con una responsabilidad tan grande como la de ser papá y esposo; ni siquiera estaba seguro de amar a Jaqueline. Se sentía tan ahogado que, entre más pensaba, más se acercaba a esa sensación de querer huir. Antes de seguir atormentándose con sus pensamientos, escuchó la puerta abrirse.
—Hola... —susurró el chico, asomándose a la puerta.
Jorge se sorprendió al ver a su mejor amigo. No habían hablado desde ese día. No quería verlo por la vergüenza y también porque se sentía extraño. Los días fueron eternos sin él. Se preguntaba si podría estar tanto tiempo sin su amigo, si esta dependencia hacia él era normal... Sentía que estaba bloqueando un sentimiento que ni siquiera empezaba a surgir.
[Decir "te quiero", decir "amor"
No significa nada]
Claudio se acercó hacia la cama de su mejor amigo y se acostó a su lado, siendo indiferente ante las preocupaciones que este provocaba. Jorge percibió el leve aroma familiar que desprendía. Por un momento, sintió un cosquilleo en su pecho.
—¿Qué te trae por acá? —preguntó Jorge mirando el techo.
[Las palabras sinceras,
las que tienen valor
Son las que salen del alma]
—Vine por la despedida de soltero —respondió Claudio irónicamente, mientras observaba cómo Jorge volteaba a verlo sorprendido. Tal gesto lo hizo reír.
[Y en mi alma nacen
Solo palabras blancas]
Jorge contemplaba hipnotizado el rostro de su amigo. Cuando este reía, sus ojos marrones brillaban demasiado y en una de sus mejillas se formaba un leve hoyuelo. Es hermoso, lo admitía; desde el liceo siempre fue el que atraía a las chicas, aunque su timidez impedía que saliera a flote su lado coqueto.
—Yia, dices puras weas —dijo Jorge riendo.
[Preguntas sin respuesta
Llenas de esperanza]
Se quedaron unos minutos en silencio; la música invadía toda la habitación y sus pensamientos también.
—¿Es Raphael?
—No, es Camilo Sesto.
Claudio soltó una sonrisa; los gustos de su amigo no habían cambiado para nada. Observaba el perfil de su mejor amigo, su respiración tranquila y cómo movía sus dedos al ritmo de la música. Lo hacía ver atractivo.
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confesiones de invierno
FanfictionHistorias cortas sobre este shipp (Jorge x Claudio) ⌗W! Encontrarás de todo aquí, no habrá jergas chilenas pues no soy de ahí. ⌗ Algunas se basarán en canciones y otras en situaciones reales.