¿Morirías por mí?

1.5K 117 22
                                    

En el campo de la escuela, el sonido estridente de las porristas y el rugir de los espectadores retumbaba en el aire caliente del atardecer. Charles, con sus pompones en mano, se movía al ritmo de la música, forzando una sonrisa cada vez que su novio, Carlos, el capitán del equipo de fútbol americano, ejecutaba una jugada impresionante. Las gradas estaban llenas de estudiantes y aficionados, pero Charles no estaba realmente allí por el juego; no era de importancia algo que apenas y entendía, simplemente apoyaba a su novio.

— ¡Vamos, Carlos! ¡Eres el mejor!.— gritaba, agitando sus pompones con entusiasmo ensayado mientras mandaba besos en dirección a Carlos, quien correspondía con guiños y besos volados que hacían suspirar a las chicas alrededor y causaban un revuelo entre las amigas de Charles.

— ¡Ustedes dos, son demasiado lindos! — Alexandra, apoyada en el borde de la grada con una sonrisa, se giró hacia Charles.

Pierre y Esteban, que estaban cerca pasando botellas de agua y balones, asintieron con entusiasmo.

— Es verdad, hacen una pareja increíble.— Comenta Pierre.

— Sí, pero esperemos que Charles no se desmaye del cansancio primero.— dice Esteban con una risa burlona

Ya casi era el medio tiempo, y el cansancio se reflejaba en cada movimiento de Charles. Sus pies le dolían, el sol en su rostro era implacable, y ahora, sentado en las gradas con su cabeza apoyada en su mano, suspiraba profundamente, claramente aburrido y exhausto.

— ¿Estás bien, Charles?.— Charlotte, su amiga desde la infancia, se sentó a su lado.

— Creo que no es mi idea de un viernes emocionante.— murmuró con un suspiro exhausto.

El silbato del medio tiempo cortó la conversación y el equipo se apresuró hacia los bancos para hidratarse. Carlos, consciente de las preferencias de su dulce novio, se quitó rápidamente el casco y la protección para secar el sudor con una toalla antes de acercarse a él, sabe lo mucho que le fastidia que lo abrace mientras está sudado.

Intentando darle un beso, fue recibido con un puchero, su novio rechazó el gesto. — ¿Qué pasa, lindo?.— preguntó, genuinamente preocupado.

— Está aburrido, eso es todo.—  Alexandra, sin pensar, intervino.

— ¡Eso era un secreto, Alex!.— Charles lanzó una mirada fulminante hacia ella.— El calor me está matando.

— ¿Quieres mi bloqueador, amor?.—ofreció, extendiendo su propia botella hacia el.

— Necesito el mío, sabes que mi piel es sensible.— explicó con un tono ligeramente irritado. Sin perder un segundo, Carlos asintió con determinación.

— Lo conseguiré ¡Espera aquí, cielo!— dijo, antes de correr hacia el auto para buscar en el bolso de Charles, calculando mentalmente los minutos que le tomaría recuperar el bloqueador y regresar.

A su regreso, fue recibido con un efusivo beso y un abrazo. Charles aplicó su bloqueador, pero aún así, algo no iba bien. — Quiero irme, Carlos. Ya no soporto esto.— confesó finalmente.

Carlos, aunque dudoso, asintió lentamente.— De acuerdo, termino el entrenamiento y nos vamos. ¿Está bien?

Charles negó haciendo un leve berrinche, solo aumentando la frustración de Carlos, quien besó su mejilla tronando sus labios y se dirigió al equipo para explicar que debían irse. Las protestas de sus compañeros de equipo no tardaron en llegar.

Así era Carlos, dispuesto a sacrificar cualquier cosa por la felicidad de Charles. Su amor era tan profundo que parecía dispuesto a vivir, morir y hasta resucitar si eso hacía feliz a su novio.

BUBBLEGUM | Charlos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora