¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
"M.A.I" para todas las edades. TW; problemas familiares.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Martina cerró la puerta de su habitación con un suspiro, dejando atrás el ruido de la discusión que había estallado en la sala de estar. Sus manos temblaban ligeramente mientras se apoyaba contra la puerta, tratando de contener las lágrimas que amenazaban con escapar. La tensión en su hogar había llegado a un punto crítico, y se sentía como si estuviera atrapada en medio de una guerra familiar sin fin.
Desde hacía meses, Martina había sentido que estaba en un constante estado de lucha con sus hermanos y su madre. Siempre se había sentido un poco fuera de lugar en su propia familia, como si no encajara del todo. Sus hermanos, Mateo y Sofía, parecían tener una conexión especial con su madre que ella nunca había podido entender completamente. A pesar de sus esfuerzos por acercarse, siempre se sentía excluida, como si estuviera mirando desde fuera de una burbuja que no podía penetrar.
La sensación de ser la oveja negra de la familia se había vuelto aún más aguda en los últimos meses. Cada pequeño desacuerdo parecía convertirse en una gran pelea, y Martina se encontraba constantemente en el centro de la tormenta. Sus intentos de comunicarse con su madre siempre terminaban en frustración, y se preguntaba una y otra vez qué había hecho mal.
Sus hermanos, por otro lado, parecían estar siempre del lado de su madre. Aunque a veces intentaban incluirla en sus actividades, Martina sabía que no era lo mismo. Siempre había una barrera invisible entre ellos, una distancia que no podía cruzar.
En medio de toda esta confusión y dolor, había una luz en la oscuridad: Enzo. Desde que se conocieron, Enzo había sido su roca, su refugio en medio de la tormenta. Siempre estaba allí para escucharla, para consolarla en sus momentos más oscuros. Cada vez que sentía que el mundo se derrumbaba a su alrededor, él estaba allí para reconstruirlo con ella, ladrillo por ladrillo.
Martina sacó su teléfono y marcó el número de Enzo, sintiendo un nudo en la garganta mientras esperaba que contestara. Cuando escuchó su voz al otro lado de la línea, un torrente de emociones amenazó con desbordarse.
