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No mentiré, no todo fue malo, según mi madre toda mi infancia fue linda y tranquila, hasta la revelación de mi casta ¿Por qué una simple casta puede cambiarlo todo? cuando el doctor dijo que yo era un OMEGA toda la sala quedo en silencio, mi padre no dije nada solo pude verlo a los ojos los cuales reflejaba decepción y molestia, mi querida madre solo podía romper en llanto y pedirle disculpas a mi padre.
Siempre escuchaba discusiones.

Todo esto es tu culpa, por que me das un hijo omega. ── dijo el padre mientras le gritaba a la señora pelimorada.

¡No es mi culpa! ── menciono igual de molesta.

No puedes ni darme un hijo Alfa, que dirá la gente de nosotros.... ¡Reo! ── grito en forma de mandato, Reo corrió lo más rápido que pudo hacía ellos.

¿Si padre?

Me da asco que me digas padre, no quiero que le menciones a nadie que casta eres, si preguntan eres un ALFA, ¿Entendido?

Sí padre.

El señor Mikage solo miraba con asco a su propio hijo, al igual que la madre, rara vez lo miraban y con solo mirarlo les arruina a el día, algunas veces el Mikage golpeaba hasta dejar a su hijo inconsciente, solo por el asco, así comenzó toda su vida.

Es verdad que nada me faltaba.. pero ¿Y su cariño, donde quedaba? La aceptación...

La gran mansión siempre estaba semi vacía por que mis padres no les gustaba pasar tiempo conmigo, solo era lo empleados y Ba-ya, siempre iba a la academia y regresaba a almorzar, iba a mi cuarto y quizás a algunos talleres para poder pasar el tiempo más rápido.
Llegaba de la academia y veía esa enorme mesa vacía con la excepción de un plato de comida esperándome, esa era la rutina qué me esperaba todos los días una y otra, y otra, y otra.... vez ¿No les pasa que aveces se les quita el apetito por la falta de ánimos? cada que almorzaba veía la comida, era tan aburrido qué empezaba a separar cada ingrediente de esta, quizás así pasaba más rápido el tiempo.

Un día común y corriente llego, se sentó, y empezó a ver el plato de comida, pero, algo era distinto, algo le incomodaba, quizás era esa mancha de agua en la mesa o los cubiertos mal acomodados, o el intenso sonido del reloj caro de papá que no paraba de hacer Tik Tak Tik Tak habían varios factores que incomodaban a Reo, tanto como en casa y en la academia... después de un par de minutos sonó un estruendo que era aquel plato de comida "cayendo" cuando fue Reo el cual tiro todo lo que había en esa mesa, no comía como la mayoría de esos últimos días, se levantó y se dirigió a su cuarto encerrandose, un llanto desgarrador se escuchaba junto al Tik Tak del reloj.

Los días pasaron hasta el inicio de un nuevo año académico, las mismas caras de siempre a  excepción de aquel albino, Reo tuvo un "afortunado" accidente qué fue conocer a su tesoro y abrirle las puertas de su preciado corazón

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Los días pasaron hasta el inicio de un nuevo año académico, las mismas caras de siempre a  excepción de aquel albino, Reo tuvo un "afortunado" accidente qué fue conocer a su tesoro y abrirle las puertas de su preciado corazón.

cortos recuerdos

Sabes Nagi, me agradas demasiado, gracias por unirte al equipo de fútbol conmigo ── mencionó el pelimorado mientras secaba su sudor con una toalla.

«𝚂𝚒𝚗 𝚝𝚒» Nᴀɢɪʀᴇᴏ.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora