It's just love.

IM JUST SO TIRED

CAPITULO CUATRO

IM JUST SO TIRED. 

No podía pedirle algo mejor a la vida.

La familia Kittisawats se había portado muy bien conmigo en lo que iba del primer mes, ¡un mes ya! El tiempo se iba rápido cuando te sentías conforme, o más bien, cuando sentías que estas en un verdadero hogar. Por supuesto que, con ese enamoramiento que tengo por Chay, las cosas resultaban un poco agobiantes, sobretodo cuando lo veo con su novio.

Sin embargo, no puedo quejarme, suele pasar mucho tiempo conmigo y me gusta, lo único malo es que mi instinto protector hacia él crecía con el tiempo, y aunque Porchay no le encontraba nada malo creo que se tomaba atribuciones que (no me molestaban obviamente) pero me hacían daño porque yo lo quería y él a mi me veía como un amigo y próximamente como su hermano adoptivo de forma oficial, eso lo hacía mucho peor.

Me refiero a que Chay es demasiado físico, siempre está abrazándome, me da besos en la mejilla, incluso su novio nos ha mirado de manera sospechosa cuando él se acerca a mí a la hora del almuerzo para abrazarme y preguntarme que tal mi día, cosas así. Lo veo inocente, se que él es así, lo es con sus padres, amigos y novio, pero... ninguno de ellos se confían porque no querían a Chay de la forma en la que yo lo quiero.

Y podría decirle que se detuviera, que... marcara límites en cuanto al contacto físico pero... no me molestaba, me gustaba mucho y si dejara de hacerlo, lo extrañaría. Sé que soy algo egoísta conmigo mismo pero... prefiero morirme de amor por él a dejar de sentirlo cerca.

He soñado varias veces con el momento en que pueda decirle lo que siento, pero cuando despierto... recuerdo la triste realidad (o triste no, más bien desafortunada) me enamoré de mi hermano adoptivo, ¿cómo podría solucionar algo así? podría herir a los señores Kittisawast, al mismo Chay porque sé que el no me ve como yo lo veo, pensará que abusé de su confianza y carajo, no puedo imaginarme una cosa así.

– ¡Hey! – era el saltándome encima – ¿En qué piensas?

– En ti – lo miré

vi que alzó las cejas – ¿En mí?

– Si – miré hacia otro lugar – Dijiste que me ayudarías en ciencias ¿recuerdas?

– ¡Ooh! – lo miré de nuevo pero estaba haciendo un puchero adorable – No puedo hoy, Kim...

– ¿No...? – casi soné desalentado, amaba nuestras citas de estudio.

Eran divertidas, estudiábamos pero también nos contábamos cosas... él sabía básicamente todo sobre mi, bueno casi todo...

– No, es que saldré con Joe al cine – respondió, vi que bajó los hombros – ¿Lo dejamos para otro día? ¿Mañana?

– Si, si... no pasa nada –

Pero si pasaba, me sentía mal... muy mal. Tanto que quise decirle que no se fuera con él, que él era mío... ¡Dios no dije eso! Porchay no era mío, estaba muy lejos de serlo, y aunque fuese así, no podía usar términos tan machistas, él no era de nadie... aunque fuese Joe el que disfrutara de sus abrazos amorosos y sus besos... ¿A qué sabrían los labios de Porchay?

– ¿Seguro que no pasa nada? – me escrutó con la mirada

Negué tratando de verme tranquilo – Claro que no, de todas formas nos veremos en la noche para ver la película que dijimos.

– Oh no... yo me quedaré con Joe – ahora hizo una mueca – Carajo, prometí que veríamos esa película que tanto querías en Netflix ¿verdad? Discúlpame, por favor...