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Las plantas, no son todas iguales al momento de nacer

Hubo un día memorable en que un hombre conocido como Crazy Dave, excéntrico y brillante, cambió para siempre la forma de enfrentar el apocalipsis. Dave, con una extraña mezcla de locura y genialidad, inventó algo que desafió las expectativas de cualquier jardinero o científico: creó plantas con habilidades defensivas, capaces de combatir la invasión zombi. Todo comenzó con su primera y más emblemática creación, el Lanzaguisantes, una planta que podía disparar guisantes con precisión letal, marcando así el inicio de una resistencia inesperada.

En este mundo asolado por los zombis, contar con una de estas plantas defensivas se convirtió en algo vital. El campo de batalla pasó de ser un simple jardín a un frente de guerra en constante cambio, donde cada planta era una pieza fundamental. Con el tiempo y el ingenio de Crazy Dave, nuevas variedades de plantas surgieron, cada una diseñada para contrarrestar un tipo específico de amenaza zombi. Desde la Girasol, indispensable por su capacidad de generar energía solar, hasta la poderosa Nuez que bloqueaba el paso de los no-muertos, cada planta tenía un rol estratégico que las hizo únicas.

La situación dio lugar a una evolución sorprendente. Las plantas comenzaron a desarrollar habilidades especiales, algunas incluso alcanzando niveles de poder que parecían imposibles, como el ppoderoso Gorro de Noche, capaz de despojar derrotar cientos de zombies con sus artes marciales, o la Beta-Zanahora, defendiendo la tierra desde el espacio. Además, acontecimientos inexplicables, como viajes en el tiempo y dimensiones alternativas, intensificaron su desarrollo y los hicieron más versátiles.

Con esta guerra interminable, la sociedad de plantas no solo se fortaleció físicamente; también comenzó a pensar, a razonar y a unirse en una comunidad. En este contexto, surgió un sueño en muchos de ellas: convertirse en héroes. Algunas plantas lograron obtener poderes especiales, ya sea por el efecto de eventos como el rayo del Zombotron 3000 o a través de incansable entrenamiento. Sin embargo, en esta lucha, también surgió una idea común: aquellas plantas con habilidades menos impactantes, consideradas "débiles" parecían tener pocas oportunidades de destacar. Era una creencia que limitaba a muchas de ellas, aunque algunas, con un espíritu indomable, estaban listas para demostrar que el verdadero poder no siempre radicaba en la fuerza bruta o las habilidades llamativas.

En un día aparentemente ordinario en una secundaria de Neighborville, la rutina de los profesores transcurría sin mayor novedad. Sin embargo, en un rincón algo apartado del patio, se desarrollaba una escena mucho más intensa. Allí se encontraba un Nochebuena conocido como Rory, aunque sus compañeros solían llamarlo Red. Su cuerpo estaba cubierto de marcas de explosiones recientes, pero en su rostro aún persistía una sonrisa calmada, casi inquebrantable. Frente a él estaba Cheri, una de las célebres Petacereza.

Las hermanas Petacereza eran bien conocidas en toda la escuela, destacando entre las mejores de su clase. Aunque ambas compartían un poder explosivo, sus temperamentos no podían ser más opuestos. Mientras una era sensata y controlada, usando sus explosiones de manera prudente, Cheri era todo lo contrario: impulsiva, temperamental y, en muchas ocasiones, abusiva con sus habilidades. En esa ocasión, había decidido burlarse de Red, quien, a diferencia de muchos, no poseía ningún poder especial, aparte de las habilidades básicas de cualquier planta.

No era la primera vez que Cheri se metía con él, pero esta vez Red decidió responder, aunque no con violencia, sino con palabras. Sus comentarios fueron lo suficientemente sagaces para irritar a Cheri, y así comenzó el enfrentamiento, claramente desigual.

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