my botanical academia

04

Era una tarde como cualquier otra en la base LEAF, o al menos eso pensaba Penelopea mientras se deslizaba con su habitual sigilo. Desde que había comenzado su entrenamiento secreto con Rory, había perfeccionado su rutina para entrar y salir de la base sin ser detectada. Tomaba siempre la entrada lateral derecha, donde la luz del sol no alcanzaba a filtrarse, y avanzaba por los pasillos menos transitados. Después de todo, no por nada se hacía llamar Sombra Verde.

Sin embargo, algo en ese día en particular la tenía distraída. Su mente vagaba entre los progresos de Rory, la inesperada tenacidad que había mostrado el joven Nochebuena y las posibles formas de mejorar su entrenamiento. Mientras repasaba mentalmente sus estrategias, abrió la puerta principal de la base... y se quedó helada.

La sala de reuniones estaba abarrotada de héroes planta. Capitán Combustible charlaba en voz alta sobre alguna anécdota exagerada, General Mazorca revisaba documentos con semblante serio, y Destello Solar, radiante como siempre, reía con otros héroes. Penelopea apenas tuvo tiempo de procesar lo que veía antes de intentar cerrar la puerta de golpe, pero su plan fue frustrado por una voz inconfundible "¡Penelopea, vuelve aquí!" gritó Destello Solar con firmeza.

La lanzaguisantes exhaló con resignación. Cerró los ojos por un momento, bajó su capucha y se quitó el antifaz, dejando a la vista su identidad secreta. Cuando volvió a abrir la puerta y entró a la sala, lo hizo con pasos medidos, pero el brillo de sus ojos delataba que estaba lejos de sentirse tranquila.

Destello Solar se levantó de su asiento y se acercó con calma, sus pétalos resplandeciendo suavemente. Penelopea trató de evitar su mirada, pero Destello era una planta que no aceptaba evasivas fácilmente "Has estado muy extraña últimamente" comenzó Destello, bajando un poco la voz para que los demás no escucharan "¿Dónde te has metido todos estos días?"

Penelopea hizo un esfuerzo por mantener la calma. Enderezó su postura y respondió con una voz que intentó sonar natural "Solo estaba afuera, paseando un poco... tratando de despejar mi mente" Destello la miró con una mezcla de escepticismo y preocupación "¿Paseando?" repitió lentamente, ladeando la cabeza "¿Con tu traje especial? ¿A la misma hora todos los días?"

Penelopea tragó saliva, sintiendo cómo el sudor inexistente comenzaba a escurrir por su tallo. Destello Solar la había dejado contra la pared con su impecable observación de horarios. Pero ¿cómo? ¡Ese nivel de atención al detalle era más propio de ella misma! Estaba acorralada, y la conversación avanzaba peligrosamente hacia descubrir su secreto.

Su mente trabajaba a toda velocidad buscando una salida. Entonces, como un rayo de inspiración (o desesperación), soltó "Bueno... ¡Capitán Combustible toma su descanso a la misma hora que yo salgo, y lo hace todos los días!" El comentario cayó como un guisante explosivo en medio de la sala. Capitán Combustible, que en ese momento estaba mordisqueando despreocupadamente un trozo de carbón, comenzó a atragantarse con violencia.  Puños de Hierba se levantó de inmediato para golpearle la espalda con sus enormes manos. Sin embargo, Gorro de Noche lo detuvo con un gesto firme y, en su lugar, le dio varias palmadas calculadas que lograron que Capitán Combustible expulsara el trozo de carbón directo al suelo.

Mientras tanto, Destello Solar, completamente ajena al alboroto detrás de ella, continuaba hablando con Penelopea  "Eso solo es una coincidencia" dijo con calma, sin siquiera voltear a mirar al atribulado Capitán Combustible "Pero, a diferencia de él, tú eres una heroína nocturna. Recuerdo que hace unos meses siempre dormías desde las 7 de la mañana hasta las 3 de la tarde. Era casi imposible verte durante el día".