Quédate Conmigo [ Shadonic ]

3 | Lindo Hogar |

꧁༒☬ 𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 3 ☬༒꧂

Sonic.

— Tienes que irte Sonic.

Las palabras me cayeron como agua helada en la espalda olvidando todo sentimiento de felicidad que tuve unas horas antes. Estaba congelado, mis pies no se movían además de mi falta de aire obvia por la velocidad en la que corrí para llegar a la casa pronto y contarle a mis queridos amigos sobre mi nuevo puesto, por fin iba a salir adelante y podría dejarlos tranquilos. Quería agradecerles todo lo que han hecho por mí. Pero a veces las cosas más inesperadas pasan en los momentos menos indicados.

 Después de escuchar a mi mejor amigo decir esas palabras tan precipitadas junto a una maleta a su lado y a Knuckles cargando de Maurice, ambos me miraban con un semblante de molestia con excepción de mi hermano. No pude dar un paso más, aquel amigo con el que disfrute mi mejor etapa adolescente no quería que entrara más a su casa. 

« Tienes que irte Sonic »

No sabia como reaccionar ante todo esto.

— Tails, ¿Qué esta pasando? — cuestioné sin siquiera moverme de lugar.

— Que tienes que irte Sonic. — repitió el equidna. — Nos dimos la libertad de comprarte una maleta y empacar tus cosas para que no sea tan difícil para ti y Maurice.

— ¿Están tratando de jugarme una broma chicos? Porque no me parece muy divertida.

— Esto no es una broma Sonic, para ti todo es chiste pero esto no lo es. — continuó el zorro desviando su vista hacia knuckles. — Knuckles y yo hablamos y...

— Tails no puede estar cuidando de Maurice siempre que no estás, no es su niñera. — soltó el rojo interrumpiendo al menor — Es muy egoísta de tu parte, por eso decidimos que lo mejor para ustedes y nosotros es que se vayan.

Sentí un nudo en la garganta lo que evitaba que pudiera soltar palabras. Callado y pálido observé a Tails nuevamente, este ni siquiera se dignaba a mirarme, se habia pegado más a Knuckles usándolo como un escudo humano.

— Sabes que siempre llevé a Maurice a la guardería cuando me iba a trabajar, sólo te lo dejé encargado hoy porque la entrevista era muy temprano... 

Hable dirigiéndome al zorro de dos colas, sin embargo quién seguía contestándome era Knuckles.

— ¿Y que hay de las noches? Ya ni siquiera podemos descansar por los llantos de Maurice.

Ese comentario me llenó de sorpresa, me sentía impotente, mis piernas comenzaron a temblar de nuevo, no podía dejar de verlos sin soltar alguna palabra otra vez. Algo de lo que me dijeron al principio era que no me preocupara de los llantos de Maurice puesto que naturalmente mi hermano llora por ser un bebé, aun así siempre me preocupé por calmarlo y al mismo tiempo no molestarlos a ellos.